concierto

Zoé, orgullo mexicano

La exitosa banda art-rock presenta esta semana en Barcelona 'Aztlán', su disco más sólido y sutil

zentauroepp44280302 onbarcelona zoe180713165806

zentauroepp44280302 onbarcelona zoe180713165806 / .44280302

Juan Manuel Freire

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Con dos décadas de carrera a sus espaldas, la banda mexicana Zoé sigue progresando adecuadamente, buscando nuevas vías de expresión y depurando su sonido. Queda claro en 'Aztlán', un álbum que los muestra más maduros que nunca tanto en lo compositivo como en lo sonoro. Su repertorio sonará el jueves, 26 de julio, en Apolo, donde llegarán después de haber actuado estos días por muchos festivales españoles.

Cuando le pregunto por el grado de madurez logrado en 'Aztlán', León Larregui no tiene problema en admitirlo: ahora, Zoé son mejores que nunca. "En el tiempo pasado entre el anterior disco ('Prográmaton', del 2013) y este, hemos crecido mucho como músicos y artistas", señala León, quien por otro lado también deja caer unas gotas de modestia. "Hay que tener en cuenta también el trabajo como productor de Craig Silvey —mano derecha de The Horrors—, que ha dado mucho impulso a la banda. Desde hace mucho tiempo teníamos ganas de experimentar, hacerlo a fondo, pero no acabábamos de dar el paso. Hizo falta que entrara en juego un productor nuevo".

UN DISCO-EXPERIENCIA

UN DISCO-EXPERIENCIADe la mano de Silvey, Zoé hicieron algo que no habían hecho hasta ahora y que lo cambia todo: algo tan obvio como grabar juntos. De la decisión nace un sonido sofisticado pero natural, cálido y cercano. "Con la perspectiva de los años, miramos hacia atrás y vemos que, quizás, algún disco anterior estaba un poco sobreproducido. No queríamos repetir eso. Queríamos ir a la raíz de la canción". Es decir, un poco como en 'MTV Unplugged: Música de fondo', su disco más desnudo y el que más público ganó para su causa.

En tiempos de escuchas muy fragmentarias y 'playlists' de Spotify, Zoé proponen un nuevo disco-experiencia, un viaje que debe vivirse de principio a fin. "Seguimos creyendo en el formato álbum", dice Larregui. "Ya llevamos unas dos décadas en esto. Crecimos con la experiencia del disco completo y es lo que todavía buscamos. Nuestros fans antiguos también responden a eso".

El viaje es, en gran parte, a los mitos y raíces de la cultura mexicana. El título del disco y de uno de los temas hace referencia a un sitio mítico azteca, un poco el Atlantis de México. La portada es una imagen de peregrinación nahualteca, obra del propio Larregui.

CANCIÓN Y SONIDO

Zoé no están solos, en su país, en cuanto a su doble interés por la canción y por el sonido. "Cada vez salen más grupos en esa línea", señala Larregui. "Primero, por la facilidad para acceder a tecnología que permite experimentar. Y segundo por el mayor acceso a músicas de todo tipo. Hay muchos pequeños productores que están empezando a crecer".

Cuando escuchan algo que les gusta, Zoé pueden mover fichas y arrastrar al artista hacia su sello propio: Panoram. "Es una forma de defender a grupos afines, como Celest, por ejemplo". Se diría que Zoé también se sienten afines a los británicos Wild Beasts (recién disueltos), pero Larregui dice no haberlos escuchados nunca.

También se les ha comparado con Vetusta Morla. De acuerdo, ambos tiran de un lenguaje poético. De acuerdo, han girado juntos. Pero eso es todo, ¿no? La música de Zoé es más sensual, más elegante. "Gracias por decirlo, porque en la última entrevista que me hicieron desde España me preguntaron si nos habíamos inspirado en Vetusta Morla para este disco. Nos parecemos, sobre todo, en nuestra historia: empezamos desde abajo y fuimos subiendo a nuestro modo".