Sidecars y las cuestiones del corazón

Lo más rocoso y lo más suave del sonido de <strong>Sidecars</strong> late acompasado en 'Cuestión de gravedad' [qué bonita es la carátula del disco, con un corazón atravesado por un cuchillo pero acolchado por flores, obra del ilustrador Álvaro Pérez Fajardo].

En este cuarto disco de estudio, la banda madrileña vuelve a hacer un buen uso de los estribillos pegadizos y coreables para narrar, a través de 13 capítulos, una intensa historia de amor y desamor. ¿El resultado? Un disco a corazón abierto: "El más visceral de estos 10 años", subraya Juancho, cantante y timonel del conjunto.

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Sidecars contaba con "un buen material en la recámara", añade el vocalista, después de la gira por teatros que propició el álbum anterior. 'Contra las cuerdas' les aupó entre lo más granado del pop-rock español. Fue un recopilatorio grabado en directo (en octubre del 2015, en la Sala But de Madrid),  con invitados como César Pop, Carlos Tarque (M Clan), Dani Martín, Iván Ferreiro y, cómo no, Leiva.

De hecho, al ex-Pereza le dedica su hermano pequeño una de las mejores canciones de este nuevo lanzamiento. Hasta el título es acertado: 'Amasijo de huesos'. "Se trata de un homenaje, de una muestra de admiración y de respeto. Bueno, en realidad es una canción de amor, qué leches: no todas tienen que ser románticas. Esta letra la tenía dentro y necesitaba soltarla, quería decirle todo lo que se merece escuchar: "Qué bonito caminar detrás de ti/ llevarte siempre delante.../ ¿Cómo puede caber en tu cuerpo todo ese talento?/ ¿Cómo puede caber ahí dentro?/ En ese amasijo de huesos/ Cada día me parezco más a ti/ Y ya no intento evitarlo..."

La melodía que viste a ese amasijo de huesos es, además, para quitarse el sombrero (en el caso de Leiva) o la gorra (Juancho). 

EL MESÍAS

"La música siempre ha estado presente en mi familia. En casa nunca faltaban guitarras. Mis recuerdos de infancia por Navidad eran mis tíos cantando, borrachos, canciones de Miguel Ríos, mucho rock & roll, mucho tequila... de ahí se nos contagió el ambiente musical y festivo, supongo... Ah, y mi padre siempre poniéndonos el mismo disco: El Mesías de Händel. Cuando lo pinchaba, de pequeño, odiaba esa música", ríe.

Juanjo, Gerbass (bajo) y Ruly (guitarra) son el núcleo duro de Sidecars, banda madrileña hasta la médula pero con nombre barcelonés (se lo deben a la pequeña sala de plaza Reial donde se foguearon cuando no sabían cómo llamarse). "Es como nuestra casa en Barcelona. Sentimos que nos hemos ganado al público de uno en uno. Nunca se nos han caído los anillos por tocar ante pocos. Pensábamos: ‘Esas 10 personas se van a llevar el mejor show’", explica Gerbass. "Y así seguimos, con los valores bien afianzados -asiente Ruly–, aunque ahora toquemos en otro tipo de aforos". O que tengan que añadir más fechas tras colgar el letrero de sold out. Sidecars es de esas bandas que crece a base de "metas asequibles". "Hemos tenido más de un patinazo, lo que nos ha hecho ser un poco acojonaos", admite Juancho. Siempre con el corazón en la mano.