ÓPERA

Jonas Kaufmann, un revolucionario en el Liceu

El astro de la lírica protagoniza 'Andrea Chénier', de Giordano, un triángulo amoroso ambientado en la Revolución Francesa

Andrea Chénier

Andrea Chénier / periodico

CÉSAR LÓPEZ ROSELL

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Ya está aquí. Jonas Kaufmann (Múnich, 1969), la estrella más cotizada y versátil del firmamento operístico, sacudirá el Liceu durante tres funciones, a partir de hoy y hasta el 15 de marzo, en el que es su debut en un montaje escénico en el Gran Teatre (antes había cantado en un recital). El tenor interpretará al protagonista de ‘Andrea Chénier’, ópera verista de Umberto Giordano, junto a la diva Sondra Radvanovsky y el barítono Carlos Álvarez. Ellos son los integrantes del triángulo de esta trama de amor, traición y muerte ambientada en los convulsos días del periodo del Terror de la Revolución Francesa. Jorge de León y Antonello Palombi suplirán al astro alemán en las 11 veladas restantes de esta producción de época de David McVicar, estrenada en el Covent Garden de Londres, y que llega ahora a Barcelona con dirección musical de Pinchas Steinberg.

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La expectación para ver al cantante bávaro es máxima. Precios por las nubes, con las entradas más caras a 385 euros frente a los 279 o 223 del segundo reparto. El denominado 'rey de los tenores' levanta pasiones por la fuerza de sus caracterizaciones de esos héroes trágicos que tanto le gusta recrear, sumergiéndose en el mundo de sus pensamientos, pasiones y emociones. En esta ocasión se mete en la piel del personaje en el que se inspiró el libretista Luigi Illica para dibujar a la figura principal de la ópera: el poeta André Chénier (1762-1794), ejecutado en la guillotina dos días antes de la muerte de Maximilien Robespierre.

El drama histórico de Giordano no pretende ser un relato biográfico del idealista escritor ni un tratado sobre la Revolución Francesa. Es, sobre todo, una historia de amor en la que está presente el trasfondo de la desilusión por la evolución del proceso revolucionario. Kaufmann, tras ser aclamado en su debut con el rol en Londres en el 2015  habló así de su personaje: “Chénier es un creador que hasta en su último aliento de vida busca la inspiración para escribir un nuevo poema. Es un artista que se implica en los problemas de la sociedad de su tiempo. Lanza sus dardos críticos escribiendo poemas a la vez que relata el drama de las víctimas del nuevo régimen”.

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Otros momentos singulares de esta exuberante partitura, con potentes líneas vocales, serán el de la estremecedora aria La mamma morta’, a cargo de la soprano, o ‘Nemico de la patria!’, vibrante canto del criado Gérard (una gran creación de Álvarez). Él está secretamente enamorado de la aristócrata y escenifica las contradicciones entre su pasión revolucionaria y sus sentimientos personales. Una gran ópera que promete marcar un antes y después en la temporada del Liceu.Kaufmann salta sin problemas de Wagner a Verdi, Puccini, el repertorio francés o el 'lied'. Por la amplitud de su paleta vocal de bellos tonos oscuros han desfilado en los últimos meses personajes como Otello, Don CarloLohengrinParsifal, y antes muchos otros, pero pocos pasajes han sido para él tan conmovedores como el del dueto final que cantará  junto a una Radvanovsky de gran vis dramática, que encarna a la aristócrata Maddalena de Coigny. “Viva la muerte (juntos)!”, proclaman ambos antes de bajar el telón tras tomar la decisión de compartir la guillotina como un triunfo del amor. Es, según Kaufmann, “uno de los mejores dúos que se han escrito nunca”.