'Molsa', de David Cirici, llega al teatro

Cuando 'Molsa', de David Cirici, ganó en el 2013 el premio Edebé de Literatura Infantil poco imaginaban todos los implicados en la concesión del galardón que el camino de ese libro solo acababa de empezar. O sí, porque olía a libro especial, a historia de las que se cuelan en el alma y te acompañan durante mucho tiempo y te transforman. Pero ya sabemos que el mundo (tampoco el de la literatura) no es un lugar justo, y ni siquiera eso es garantía de éxito. Pues en este caso lo ha sido. Tras el premio Edebé llegó el premio Strega, de la Feria del Libro Infantil de Bolonia, la más importante del sector, que dio una segunda vida al texto, con traducciones a idiomas como el chino, el alemán y el turco. Antes ya había sido traducido al castellano y el italiano.

Pues esta preciosa historia de amor, pérdida, esperanza y reencuentro tiene ahora una tercera vida que la vuelve a poner de actualidad: la compañía Thomas Noone Dance la lleva al Teatre Lliure convertida en un espectáculo que combina texto, danza con marionetas y proyecciones audiovisuales para recrear el viaje (físico y emocional) de Molsa, un perro que ha perdido su hogar en un bombardeo, tras el rastro de su dueña, la pequeña Janika.

La obra no reproduce de forma lineal el argumento de Cirici, sino que pone el foco en cuatro de los momentos que vive el animal en su búsqueda, que se corresponden con cuatro estados emocionales, complementados con un prólogo y un epílogo. Un narrador va centrando la historia, y las imágenes proyectadas permiten situar las escenas. El conjunto es un montaje capaz de atrapar a niños y mayores (el sello del coreógrafo Thomas Noone y el músico Jim Pinchen son buenos avales) que, además de acercar a los pequeños a un texto imprescindible, les acercará también a una disciplina artística que todavía está muy lejos del gran público en este país: la danza.