CIUDAD ON

Vampiros en el Gòtic

No volverás a entrar en el casco antiguo sin empacharte antes de ajo. Esta es la 'Ruta vampírica'. «Barcelona está más unida con el vampirismo que Rumanía», te sorprenderá el guía. Sí, gente que nos chupa la sangre. Y no, no incluye la casa de Pujol

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Ana Sánchez

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«En Barcelona hay sectas de vampiros», te dice Thor con la misma obviedad que si estuvieras en una peli con neblina. Dos horas con él y te irás corriendo a envolverte con una ristra de ajos. Le han invitado a fiestas de vampiros, cuenta sin hacer aspavientos. Y sí, también le han ofrecido beber sangre, asiente en cuanto coges confianza. Hasta los adolescentes con colmillos de 'Crepúsculo' le acompañarían por el Gòtic con una estaca en la mano. 

«Es mi nombre auténtico», promete. Thor Jurodovich, se presenta, 49 años, tiene colmillos tamaño estándar y no rehúye cruces. «Procedo de la antigua Yugoslavia», Thor justifica que no puedas pronunciar su apellido. Sus abuelos le asustaban de niño con vampiros en vez de con el hombre del saco. Es especialista en antropología de la religión. 

Hace seis años que Thor guía por las noches esta ruta turística en busca de vampiros. ¿Gente que nos chupa la sangre en Barcelona? ¿Incluye la casa de los Pujol? «Pujol y Mas son otro tipo de vampiros más peligrosos –se ríe el guía–, porque los vemos y creemos que no nos van a hacer daño».

Ruta vampírica y otras leyendas (Gobcn rutas). Se estrenó con el centenario de la detención de Enriqueta Martí, la famosa 'vampira del Raval'.  «No es el caso más sorprendente», dice Thor. «Barcelona tiene varios enclaves donde se han dado asesinatos rituales», te va adelantando los pelos de punta. Se recomienda tomar antes un par de tapas al ajillo para ir más tranquilo. 

Primera parada: la catedral, 21 horas. «Vamos a descubrir que Barcelona está más unida de lo que imagináis con el vampirismo –anuncia Thor a bocajarro–. Más que países como Rumanía». Habla con más tono de historiador que de 'Cuarto milenio'. «Todo lo que os voy a explicar es real –promete–. Todo son hechos reales». Acojona tanto como ver perder al Real Madrid al lado de Roncero.  

La ruta dura dos horas y media. Ha llegado hasta cuatro. A poco que le tires de la lengua a Thor. Lo mismo te cuenta que el primer vampiro aristócrata de la historia europea es catalán –«el conde Estruc»– que te enseña dónde se han hecho rituales vampíricos hace nada.  

«Las sectas de vampiros existen en Barcelona –asegura–. Es una ciudad con bastantes grupos». Él los ha visto. «He participado en sus rituales –cuenta–, donde beben sangre. Sangre donada por los propios participantes de la secta. Ellos mismos entregan su sangre, se hacen analíticas para mostrar que no tienen enfermedades». Thor no llegó a beberla. «Soy muy escrupuloso». 

¿Que cómo son los vampiros de hoy? «Son gente con un nivel cultural muy alto –describe Thor–. Han leído mucho, han investigado mucho. Para ellos es una religión: la religión de los vampiros. Algunos llevan colmillos, se ponen fundas que se han fabricado». 

Thor también es el guía de otra ruta con piel de gallina: Noche paranormal en el museo de cera. Hay edición especial la noche de Halloween: puedes pasar toda la noche entre figuras de cera por 54 euros y alguna taquicardia. 

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EN BUSCA DE FANTASMAS

Hay un tercer 'tour' nocturno con el que sentirse el niño de 'El sexto sentido': Fantasmas de Barcelona (Icono Serveis Culturals), inspirado en el libro de Sylvia Lagarda-Mata. Es una ruta por Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera que incluye conventos encantados, rincones donde alguien ha gritado: «¡Un fantasma!» y hasta paredes con caras a lo Bélmez. Se pueden intuir en la calle de la Flor de Lliri. «Serían la proyección de la gente a la que han matado aquí», te dirá la guía con la misma alegría que la niña de 'Poltergeist' soltaba «¡ya están aquíííí!». Terminarás como la ruta: encantado.