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Come 5 hamburguesas y gana 66 cervezas

Es como ir a casa de la abuela: llenas el estómago mientras te animan a que te lo acabes todo. Cada vez hay más retos culinarios. Ponte a prueba con burgers de dos kilos y alitas que te harán escupir fuego.

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Abel Cobos

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«No puedo continuar», dice Marc mirando la hamburguesa, cansado. El público se pone a vitorear «¡sí, se puede!» con más fuerza que Podemos en una moción de censura. Da dos mordiscos más, con tanta desgana que parece que esté en un comedor escolar. Suena la alarma y aparta las manos de la comida más rápido que los de 'Masterchef'. Han pasado 25 minutos: no ha superado la prueba.

Está en el bar-hamburguesería The Bollocks (Ample, 46), en uno de sus retos de comida. Consiste en comerse cinco hamburguesas de 180 gramos en 25 minutos. Es como ir a casa de tu abuela: llenarte el estómago mientras te animan a que te lo acabes todo. Además del empacho, todos los que participan se llevan una camiseta. Si pierden, pagan 25 € por la comida. Si ganan, les regalan 66 cervezas. 

«De las decenas de personas que participan al año, lo consiguen solo una o dos», explica Mario, encargado del local. «Es más difícil de lo que parece». La mayoría empieza bien y con ritmo, pero a partir de la tercera decae el ánimo. «Alguno ha mojado las hamburguesas en agua para tragarlas mejor, otros se meten unos cuantos chupitos para ir borrachos y aguantar más». 

Enseña el 'hall de la fama', donde cuelgan las fotos de todos los campeones, sonrientes. «El mejor récord es de nueve minutos, se tragaba cada hamburguesa en menos de dos minutos». ¿Cómo lo hizo? Cortándolas por la mitad y engulléndolas como una boa. Sobre el perfil de los ganadores, «no es como te podrías imaginar», dice. En las fotos no hay ningún Homer Simpson. «Suelen ser gente delgada y alta», añade Mario. Lo único que hace falta para salir victorioso es tener más estómago que Melania Trump en su noche de bodas.

«¿Por qué lo haces?», pregunta María, que acompaña a Marc, cuando acaba. «Solo para saber si puedo hacerlo», le responde. Ya es la tercera vez que hace un reto de comidas. La primera fue en la hamburguesería Anauco (València, 428). Tenía que comerse una hamburguesa de cinco pisos con beicon, huevo, queso y patatas. Dos kilos en total. Acabó la noche sin premio y con diarrea. «Todavía sueño con ella», dice.

LO MÁS PICANTE  

Su segunda vez fue en el Ribs de Sant Gervasi (Doctor Fleming, 10), aunque también lo hacen en Gràcia, Diagonal Mar y La Maquinista. El reto consistía en comerse unas alitas de pollo con salsa habanera, una de esas que en los menús siempre aparece ilustrada con tres chiles para avisar del picante. En esta prueba no hay tiempo, el único límite lo pone tu tolerancia al picante. «Cogí las alitas con las manos. Grave error. El picante me hacía llorar, y cuando me secaba las lágrimas me entraba en el ojo». A la tercera alita ya tenía los labios como Carmen de Mairena, pero aguantó hasta el final. Ahora su cara cuelga triunfante en el muro de la fama. 

«¿Que si volvería a retarme? Sin duda», replica Marc. No le gusta repetir retos, así que buscará nuevos lugares donde sentirse como Bruce, el de 'Matilda', desafiando los límites de su estómago. Asegura que la próxima vez que vuelva al Bollocks será para comer una hamburguesa como una persona normal, sin cronómetros. «Lo malo es que en los desafíos no disfrutas la comida por muy buena que esté, solo piensas en acabártelo todo».