el museo imaginario

Pasión por la geología en el Museu Martorell

El arqueólogo, naturalista, explorador y profesor universitario Jordi Serrallonga recomienda este centro cuyo fondo de geología es "excelente"

El arqueólogo, naturalista, explorador y profesor universitario Jordi Serrallonga, en el Museu Martorell

El arqueólogo, naturalista, explorador y profesor universitario Jordi Serrallonga, en el Museu Martorell / periodico

Ferran Imedio

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Cuando aún estudiaba EGB, Jordi Serrallonga recorría en metro cada sábado media Barcelona con su amigo Josep Lluís para visitar el Museu Martorell. Le encantaba mirar aquellos minerales y llevar las piedras que encontraba cerca de su casa para que los científicos del centro les explicaran qué eran. Y casi sin quererlo iba tejiendo el sueño de acabar trabajando algún día para este "lugar fantástico", cosa que logró cuando se hizo arqueólogo, naturalista, explorador, profesor de Evolución Humana de la UOC y divulgador.

Pero Serrallonga no solo recomienda este lugar por su historia personal, sino porque se trata del primer museo público de la ciudad. Fue construido en 1882 con el sello neoclásico del arquitecto Antoni Rovira i Trias, bastante antes que el edificio que tiene al lado y que nació con motivo de la Exposición Universal de 1888: el Castell dels Tres Dragons.

EL LEGADO DE UN COMERCIANTE

El Martorell fue posible gracias al legado que el comerciante, anticuario y naturalista aficionado Francesc Martorell i Peña dejó a la ciudad (piezas de geología, zoología, etnografía y arqueología) a condición de que levantaran un edificio 'ad hoc'. Con el tiempo, las piezas se fueron repartiendo en varios museos especializados. "Este centro enseña lo importante que era el deseo de conocer la historia natural que había en el siglo XIX", valora.

De hecho, formaba parte del proyecto de convertir la Ciutadella en un parque científico, con los árboles del propio recinto  ("un jardín botánico en sí mismo"), el zoo, el Umbracle, el Hivernacle, la cascada ("había un acuario") y el mamut, la primera de muchas figuras de animales extintos y dinosaurios que iban a colocarse allí ("¡aquello iba a ser Parque Jurásico!").

LUGAR DE CONSULTA PARA AFICIONADOS Y PROFESIONALES

Desde 1924, está especializado en geología y paleontología y hoy en día es una de las sedes del Museu de Ciències Naturals de Barcelona (las otras son la del Fòrum, el Jardí Botànic y el Laboratori de la Natura -en el Castell dels Tres Dragons-). Se ha convertido en lugar de consulta para aficionados y profesionales, que pueden acceder al "excelente" fondo del centro y a la biblioteca, mientras que las piezas están expuestas en el Fòrum. En el futuro, será restaurado y se hará realidad el "genial" proyecto de convertir el Martorell en un lugar donde explicar la historia de los museos de ciencias naturales