el museo imaginario

Mediterráneo: el bar donde David Callejón se convirtió en David Guapo

Entonces era cantautor. Fue a pedir que le dejaran tocar, le dijeron que no había huecos y él replicó: «Pues abre un poco antes». El humorista estuvo dos años

David Guapo en el Mediterráneo

David Guapo en el Mediterráneo / ALBERT BERTRAN

Ana Sánchez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Este sitio es clave en mi carrera". Es de las pocas frases que dirá David sin jijijajas de fondo. Es que es cómico a primera vista: te hace reír solo con verlo. Le disculparías que llegara tarde hasta una hora y media.

Hacía 3, 4 años que no veía a Juanjo, uno de los socios del mítico Mediterráneo (Balmes, 129). «Pero intentamos quedar mucho», promete. Fue aquí donde se convirtió en David Guapo. «Porque empezaba con la broma de que iba a ser Alto y Guapo, pero en verdad no soy tan alto. Entonces lo dejo en Guapo y así la gente no se sorprende cuando me ve», se ríe.

Antes era David Callejón, cantautor. No, no de los dramáticos. «Nunca lo conseguí. Nadie me cree», se encoge de hombros. Era el 2003. Vino a pedir que le dejaran tocar y Juanjo le dijo que no había huecos. «Pues abre un poco antes», le replicó David. «Y empezamos antes», recuerda Juanjo. «Para que yo pudiera tocar», añade el humorista. «Gratis». Eran 15 minutos. Para no pasarse de tiempo, David se trajo un temporizador, de esos de cocina con forma de gallina. Los 15 minutos terminaron siendo una hora. «Y entonces empezó a pagarme», se ríe David. Pero siguió teniendo que poner la gallina de alarma.

Así pasaron dos años. El Mediterráneo acabó montando una 'jam' de comedia. El micro abierto de monólogos -cuenta Juanjo- «es gracias a él».

EMPRESARIO Y 'COACH'

Ahora David Guapo actúa a unas cuantas calles de aquí: hasta febrero estará en el Teatre Borràs con #quenonosfrunjanlafiesta2, humor que deja dolorida la mandíbula. ¿Que a qué se dedica cuando no hace reír? «Esto lo sabe poca gente: soy un gran empresario». Lo dice riendo, pero no es broma. Lleva varias 'start-ups' y se podría ganar perfectamente la vida como 'coach': te resuelve el futuro en 20 minutos. «La idea -resume él- es retirarme joven».