EL MUSEO IMAGINARIO

El "maravilloso" claustro de la UB

Jorge Javier Vázquez, que lleva el musical 'Grandes éxitos' al Tívoli del 20 al 29 de julio, recuerda el lugar donde se hizo mayor mientras estudiaba Filología Hispánica

Jorge Javier Vázquez, en el claustro de la Universitat de Barcelona

Jorge Javier Vázquez, en el claustro de la Universitat de Barcelona / periodico

Ferran Imedio

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Jorge Javier Vázquez se hizo mayor en la Universitat de Barcelona. Allí, mientras estudiaba Filología Hispánica a caballo entre los años 80 y 90, descubrió que se podía hacer campana tras campana sin que nadie llamara a casa preguntando dónde se había metido. En su "maravilloso" claustro pasaba horas, igual que en el bar. "Estudié mal y no aproveché la carrera porque leer a Unamuno a los 20 años me parece precipitado. Pero volvería allí a pasar unos años de mi vida", comenta convencido el presentador estrella de Tele 5.

Y no solo regresaría por su amor por la literatura, sino por los magníficos recuerdos que asocia con aquella época que tanto significó para él: "Fue muy importante para mí porque venía de un colegio del Opus Dei y de repente descubrí este espacio de libertad. Supe lo que era estar en una clase de chicos y chicas, disfruté del frecuentadísimo bar de la facultad, me encantaba ir a la biblioteca, que era tan acogedora para estudiar... Incluso conocí a un chico gay que me introdujo en el ambiente de la noche barcelonesa. Fue una experiencia que recuerdo con mucho cariño".

UN "OASIS"

En el claustro pasaba horas disfrutando de esa nueva vida: "Es maravilloso y, aunque parezca un tópico decirlo, es un oasis en un lugar privilegiado de Barcelona". En su regreso a la universidad para hacer la foto de este reportaje, Vázquez, que lleva el musical 'Grandes éxitos' al Teatre Tívoli del 20 al 29 de julio, se acuerda de varias profesoras: Anna Caballé y la crítica literaria Ana Rodríguez Fischer, a las que aún lee en alguna revista, y Rosa Navarro Duran, una "profesora buenísima", especialista en Siglo de Oro.

También rememora las conferencias de Carmen Martín Gaite, su escritora favorita. "Las seguía con mucho fervor. Era como si llegara una estrella de rock a la universidad, porque el auditorio se llenaba siempre y ella atrapaba a los asistentes con sus charlas deliciosas llenas de anécdotas".

Ahora, la estrella es él.