CIUDAD ON

Un camino de Santiago formato 'hipster'

Es todo un peregrinaje artístico de piso en piso. Hay cuatro espectáculos, cuatro salones y un público itinerante. Es la base de Hors Lits

'Crónicas marcianas', así se llama esta pieza en un 'loft' de Gràcia. El fundador de Hors Lits, Leonardo Montecchia, es el de las manos en la cabeza.OWEN DAKIN

'Crónicas marcianas', así se llama esta pieza en un 'loft' de Gràcia. El fundador de Hors Lits, Leonardo Montecchia, es el de las manos en la cabeza.OWEN DAKIN / periodico

Ana Sánchez

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Plaça de la Virreina. 19.45. Se forma un corro por generación espontánea, flop, en cuanto se iza un cartel. «Hors Lits», se lee en lo alto. Un chico y una chica tachan nombres de una lista como si estuvieran en la puerta de una fiesta privada. 1, 2... 27. «¿Qué hacéis?», pregunta una paseante con el tono inquisitivo de 'Sálvame'. «Es un itinerario por cuatro espectáculos artísticos», responde David acercándole el cartel. Eso quiere decir que toda esta gente se colará en breve en el salón de cuatro desconocidos.

«4 actos artísticos, 4 pisos y un público itinerante», resumen los 'flyers'. Es la base de la red internacional Hors Lits. Ya se ha extendido por más de 20 ciudades. En Barcelona lo organiza la asociación <strong>Colectivo Suelto</strong>. Hoy celebran su décima edición con un recorrido doble: dos días, dos rutas por noche. Esto es: un centenar de espectadores vagando por Gràcia como si hicieran un camino de Santiago formato 'hipster'. Caminas, caminas, llegas a un piso, te apoltronas en el salón y te ves envuelto en teatro, danza, poesía. Un artista llegó a actuar en el hueco de una escalera. ¿Lo más raro? «Lo verás hoy», adelanta David.

David empezó viniendo de espectador, cedió su piso y acabó involucrándose en Colectivo Suelto. Son 12 socios. «Somos pocos, pero implicados», apunta Milie a su lado. ¿Su objetivo? «Favorecer el acceso a las artes desde una perspectiva intercultural».

Milie y David dan instrucciones al público callejero como en el teatro: «Apagad los móviles», «no flas», «silencio en las escaleras». Comienza la peregrinación tras el cartel, a lo horda de turistas pero sin chanclas con calcetines blancos.

ARTISTAS HASTA EN EL BAÑO

ARTISTAS HASTA EN EL BAÑOLlegamos al primer portal. Todos son pisos cedidos por amigos o espectadores. Una vecina pone cara de protagonizar una broma con cámara oculta al toparse con la plaga de desconocidos. Entras en el salón, te sientas en el sofá y terminas en una despedida de soltera a la inglesa. Es decir: con pollas en la cabeza. Es el microteatro inmersivo de Two Sisters. El público acaba jugando al 'yo nunca' con sorbos de vino. 20 minutos y a la calle.

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Siguiente piso. Al 4º. Otra vez directos al salón -este, más señorial- mirando de reojo a lo 'voyeur'. <strong>Les Lloronas</strong> dan una depurada lección de cómo llorar -justifican- «a los héroes de nuestra sociedad a los que ya no llora nadie: empresarios, políticos, estafadores». Para llorar de risa. Comedia formato doméstico digna de un teatro.

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En el siguiente piso -ya tirando a 'loft' de catálogo- te encuentras artistas hasta en el baño. Hay cinco pululando desde la entrada hasta la cocina. Uno de ellos es el fundador de Hors Lits, Leonardo Montecchia. 'Crónicas marcianas', se llama la pieza. Chute de teatro físico, danza, 'impro', 'performance'.

Queda lo más sorprendente. En el último piso te vendan los ojos antes de entrar. Tan inquietante como eficaz. El público escucha sin distracciones cómo recitan poemas desde la cocina americana con olor a palomitas. Poemas negros, de Huilo Ruales. Los espectadores itinerantes terminarán la noche secuestrados en la calle por un par de 'clowns'. Nadie arquea las cejas.

«Te abre la mente del espectáculo comercial -apunta Raquel, una espectadora-. Y todo el dinero va a los actores». 15 euros por persona. «Hay que acostumbrarse a que la cultura no es gratis -apunta Milie-, sobre todo cuando no hay subvenciones».