echar raíces

El roble de Giol y la ermita de Santa Coloma Sasserra

Cuenta la leyenda que san Antonio de Padua descansó a su sombra

roble roure giol coloma sasserra

roble roure giol coloma sasserra / periodico

Antonio Madridejos

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Cuenta una leyenda que san Antonio, en el siglo XIII, viajó cabalgando en un caballo blanco con alas de cisne desde la ciudad italiana de Padua hasta Coímbra, en Portugal, y el único descanso en todo el trayecto se lo tomó junto al gran roble que preside el pequeño núcleo rural de Santa Coloma Sasserra, en el municipio de Castellcir (Moianès). El santo no escogió un mal lugar, sin duda, puesto que el árbol, la aledaña ermita románica y la masía del mismo nombre, todavía en actividad, constituyen un idílico paraje y merecen una visita. El roble de Giol, con un muro de piedra que realza su figura, tiene un perímetro de tronco de 4,55 metros. Para llegar a él es necesario tomar la vía que parte de Castellcir (B-1310) en dirección a la urbanización La Penyora y seguir adelante unos dos kilómetros más. La carretera es muy frecuentada por ciclistas y paseantes.