Los estrenos de la semana

Woody Allen se italianiza

Penélope Cruz repite a las órdenes del cineasta neoyorquino en la comedia 'A Roma con amor'

Brad Pitt, un asesino profesional en 'Mátalos suavemente'.

Brad Pitt, un asesino profesional en 'Mátalos suavemente'.

QUIM CASAS

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Después de tres películas rodadas en Inglaterra (Match point, Scoop y El sueño de Cassandra) y su aventura barcelonesa (Vicky Cristina Barcelona), todo parecía indicar que Woody Allen daba por terminado su periplo europeo y volvía a su querida geografía neoyorquina (Si la cosa funcionay Conocerás al hombre de tus sueños).

Pero nada más lejos de la realidad. Después de evocar distintas épocas del París más bohemio y artístico en la fantasía Midnight in Paris, el director norteamericano acude a la llamada de la ciudad eterna para rodar en sus plazas, calles y callejuelasA Roma con amor,otra mezcla de comedia típicamente alleniana y fantasía construida a partir de cuatro historias independientes que acontecen en la misma ciudad, al mismo tiempo.

De nuevo un reparto poderoso, variado, cosmopolita, en el que no falta el propio Allen (en el papel de un cazatalentos musical que tiene que lidiar con un magnífico pero tímido tenor que solo sabe cantar bien en la ducha, lo que da pie a uno de los gags más surrealistas de toda su filmografía), y al que le siguen Alec Baldwin como una especie de oráculo, Jesse Eisenberg, Ellen Page, Judy Davis, Roberto Benigni y Penélope Cruz en su segundo trabajo con el director.

Si Penélope es una prostituta romana, talentosa en el contacto físico y disparatada en el chascarrillo antiburgués, Benigni encarna a uno de los más extraños personajes de toda la obra de Allen. Se trata de un oficinista de clase media, anónimo y poco atractivo, que sin razón alguna se convierte en personaje mediático, es entrevistado en los telediarios, filmado en su casa cuando se afeita por la mañana, acosado por los paparazi en plena calle, vitoreado en los estrenos cinematográficos, agasajado en los restaurantes y deseado por mujeres que antes ni se hubieran dignado mirarle.

Allen ya trató el tema de la fama enCelebrity, su película en blanco y negro de 1998, pero en A Roma con amor lo convierte en desconcertante espectáculo libre de todo prejuicio narrativo.

'MÁTALOS SUAVEMENTE'/ Si la filmografía de Allen es generosa, la de Andrew Dominik resulta, de momento, exigua, pero con solo tres filmes (Chopper, El asesinato de Jesse James por el cobarde Bob FordyMátalos suavemente), se ha convertido en una de las figuras más personajes de un determinado cine comercial estadounidense. EnMátalos suavementereinventa a su manera el thrillerclásico relatando una historia de ladrones y asesinos profesionales en crisis, ambientada en la campaña por la presidencia del 2008 entre George Bush y Barack Obama. Brad Pitt, quien fuera melancólico Jesse James a las órdenes de Dominik, borda su ambiguo personaje, pero la gloria es para James Gandolfini y su desencantado monólogo a lo Tony Soprano.

Al cine de intriga y acción pertenece tambiénContrarreloj, pero en este caso todo está al servicio de un desgastado Nicolas Cage en el papel de un atracador que sale de la cárcel, tras cumplir condena de ocho años, y se enfrenta con su antiguo socio, convertido en sicópata y secuestrador.

'ATRAPADOS EN CHERNÓBIL'/ El grueso de la producción anglosajona de este fin de semana se completa conAtrapados en Chernóbil,de Brad Parker, un nuevo relato de terror con jóvenes impetuosos que se ven acosados por una amenaza aparentemente invisible. La supuesta originalidad de la propuesta radica en su contexto, ya que los amigos en cuestión pasan las vacaciones en Europa y llegan hasta una ciudad abandonada en la que, hace años, se refugiaron los trabajadores de la central nuclear de Chernobil después del accidente.