Wim Wenders lleva sus inquietantes e impactantes fotografías a Lleida

Pionero del nuevo cine alemán de los 70 y director de culto con películas como 'Alicia en las ciudades' (1974), 'París, Texas' (1984) y 'El cielo sobre Berlín' (1987), Wim Wenders (Dusseldorf, 1945) no es solo un virtuoso de la imagen en movimiento, es también un reputado fotógrafo –además de pintor, escritor y actor– con un trabajo que se caracteriza por plasmar conmovedoras imágenes de paisajes desolados que aluden a la memoria, el tiempo, la pérdida y la nostalgia. Y a esta última faceta, la de la imagen fija, le dedica su última exposición la Fundació Sorigué de Lleida, institución propietaria de una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes y desconocidas de España.

La muestra, bajo el título 'Wim Wenders. Photographs' y en cartel hasta el 30 de marzo del 2014, recoge una veintena de fotografías panorámicas de gran formato –4,5 x 2,5 metros– realizadas por el director. Las hay de inéditas en España, como las tomadas en la zona cero de Nueva York tras los atentados del 11-S y los paisajes de Fukushima captados después del desastre nuclear. Y también las hay de ya expuestas en el país, como los inmensos desiertos de Austalia y Arizona sin rastro de presencia humana que se pudieron ver en el Guggenheim de Bilbao, en el 2002.

La afición de Wenders por la fotografía empezó a los seis años con una cámara de plástico, pero no se convirtió en algo serio hasta la década de los 80, cuando se compró su primera cámara de medio formato, una Plaubel Makina, y empezó a recorrer EEUU en busca de escenarios para la película 'París, Texas'. Imágenes que fueron el inicio de un viaje del realizador por todo el mundo a través de fotografías inquietantes y visualmente impactantes tomadas siempre analógicamente, y siempre en solitario. Algo que parece un contrasentido si se tiene en cuenta la importancia que para Wenders tienen las nuevas tecnologías y el trabajo en equipo en sus obras como realizador de cine.