LA ESTRELLA Y LOS AMIGOS

Rosalía, una musa en el bar Xapakó

Los clientes la recuerdan sentada con amigos y hasta cantando una canción antes de sentir la llamada de la fama

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Sergi López-Egea

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Hubo una época en la que siempre iba con la música a cuestas y buscaba, en el anonimato, lejos de la fama que aún no conocía, la compañía de amigos para entonar una canción. Ni siquiera Paco, uno de los dueños del bar, sabía quién era esa chiquilla que se reunía con colegas del Eixample para tomar unas cervezas a media tarde. Paco, orgulloso de que alguna vez acuda a su establecimiento algún famoso o se llene de turistas atraídos por los comentarios del TripAdvisor, desconocía que esa niña que cantaba bajito a los amigos llegaría a ser una estrella de la música, la misma que hace una semana tomó un avión para dirigirse con su 'troupe', entre ellos Ferran, uno de los chicos del grupo, hacia Las Vegas. Ferran, meticuloso y fiel, jamás contaría una intimidad, nunca en la vida, una anécdota curiosa y humana en los inicios de su amiga que recuerdan a este diario los fieles al bar.

FrancescXavierArnauMiquelMarc, y por supuesto Ferran, el hermano pequeño de Xavier, se reunían en el bar Xapakó, en la calle de Consell de Cent, en la Dreta del Eixample barcelonés. Le pedían las cervezas a Paco, a su cuñado, también Paco, o a Marcela, la mujer del primero de los Pacos, ahora felices abuelos. Hacía poco que esta chica, nacida en Sant Esteve Sesrovires, había dejado su localidad natal. Como cualquier joven, buscaba la amistad con chicas y chicos de su edad, todos nacidos a principios de los 90. Sucedió hace 5 o 6 años, antes de que el grupo se disgregara por cuestiones de trabajo y porque cuesta mucho encontrarlo en Barcelona: unos están en Londres, otros en Estocolmo, en Andorra o han dado prácticamente la vuelta por Europa tratando de susurrar a los caballos.

En una fiesta "se puso a cantar, le gustaba experimentar con la música, aunque era distinta a la de ahora"

El grupo se instalaba en el fondo del bar, donde se descuelga una pantalla gigante cada vez que el Barça juega un partido importante, es decir todas las semanas. "Llevaba los instrumentos a cuestas y también la caja gitana", recuerdan los clientes.  "No era un flamenco tan comercial como el que hace ahora", explican un integrante del grupo. Hasta en una ocasión, reunidos en una de las casas, la chica se levantó y, en plena fiesta, dejó de sonar la música enlatada. "Ella se puso a cantar, le gustaba mucho experimentar con la música, aunque era distinta a la que conoce la gente", añade el integrante del grupo.

Comenzó a encontrar el camino de la fama. Ya no apareció más por el 'Xapa', así lo recuerdan los clientes, pero continuó la amistad y la colaboración profesional con Ferran, quien jamás explicaría ningún detalle que la comprometiese. Por cierto, la chica se llama RosalíaRosalía Vila.