Una Mostra de Venecia ecléctica y excéntrica

El Festival de Venecia no posee el prestigio del de Cannes, pero suple la carencia a base de carácter. Solo la Mostra se atreve a, por ejemplo, tener por presidente del jurado a un compositor de bandas sonoras, Alexandre Desplat, y no a un cineasta como dictan el hábito y el sentido común. Excentricidades parte, estos son algunos de los rasgos de la programación, ecléctica como siempre, que desde hoy ofrece la 71ª edición de la Mostra.

TÍTULOS DE PESO

Varios pretendientes para el tío Oscar

Cada año, la Mostra intenta incluir en su selección algunos de los títulos que meses después competirán por en la carrera por el Oscar. Aquí, por ejemplo, se presentaron títulos como En tierra hostil, en el 2008, o Gravity, que inauguró el certamen el año pasado. Precisamente ese mismo honor le corresponde hoy a lo nuevo de Alejandro González Iñárritu, Birdman. Es la historia de un actor en horas bajas que en su día encarnó a un icónico superhéroe y ahora debe lidiar con el fracaso, el ego y los problemas familiares. Teniendo en cuenta que la protagoniza Michael Keaton, otrora intérprete de Batman y necesitado desde hace años de un nuevo agente, promete ser un sofisticado juego de espejos.

Otras películas que ya suenan en las quinielas de cara a la estatuilla y que previamente veremos aquí estos días son Manglehorn, de David Gordon Green, en la que Al Pacino da vida a un exconvicto reconvertido en cerrajero que nunca pudo olvidar al amor de su vida; 99 Homes, un drama sobre la burbuja inmobiliaria protagonizado por Andrew Spider-Man Garfield; y  Good Kill, en la que Ethan Hawke encarna a un operador de drones que opera en Afganistán por control remoto, y que empieza a sentirse azotado por los dilemas morales. ¿Comenzará alguno de estos títulos su andadura comercial mojando en Venecia?

REFLEXIÓN POLÍTICO-SOCIAL

Retratos de un mundo en descomposición

Precisamente, conflictos armados y abusos de poder institucionalizados son tema principal entre las competidoras de esta Mostra. En The cut, el turco Fatih Akin reflexiona sobre el genocidio armenio, y a causa de ello ya ha recibido amenazas por parte de grupos ultranacionalistas de su país. Por su parte Joshua Oppenheimer, que ganó el Oscar al Mejor al mejor documental gracias a The act of killing, vuelve a reflexionar sobre los estragos de la dictadura militar indonesia en The look of silence. Loin des hommes, protagonizada por Viggo Mortensen, reconstruye la guerra franco-argelina, y en Red amnesia el chino Wang Xiaoshuai medita sobre la oscura herencia de la revolución cultural de Mao.

CINEASTAS VETERANOS

Viejas y, sobre todo, incombustibles glorias

Peter Bogdanovich, que fue una de las vacas sagradas del Nuevo Hollywood pero cuya estrella se apagó hace tiempo, presenta en Venecia She's funny that way, la primera película que dirige desde el 2001 -asimismo es solo la segunda que rueda en 21 años--. Protagonizada por Jennifer Aniston y Owen Wilson, viene catalogada como una comedia lubitschiana. ¿Qué esperar de ella? Veremos. Otro director a quien no le iría mal un resurgir es Joe Dante. Y lo merece: después de todo, es el creador de los Gremlins y director de títulos de culto como Aullidos. Lástima que su nueva película, la comedia de terror Burying the Ex, no parece capaz de proporcionárselo.

A diferencia de ellos, Manoel de Oliveira no tiene nada que demostrar con su nuevo trabajo, el cortometraje O velho do restelo: que el autor portugués siga haciendo películas con 106 años -¡106!- es una proeza que habla por sí misma. Completemos la lista de cineastas veteranos con el sueco Roy Andersson, el único del cuarteto que compite por el León de Oro. En su caso, conviene matizar, la falta de productividad ni es inusual ni, por tanto, es necesariamente señal de declive: si el exquisito absurdista ha tardado siete años en completar la comedia A pigeon sat on a branch reflecting on existence es, simplemente, porque se toma su tiempo.

ÍDOLOS Y HOMENAJES

Visitas guiadas al Olimpo de los Dioses

Varios de los títulos presentes en el certamen funcionan a modo de homenaje a ídolos universales pasados, presentes y eternos. La nueva película de Abel Ferrara, Pasolini, rememora el último día de vida del mítico cineasta Pier Paolo Pasolini, y también Charles Chaplin es objeto de un tributo, aunque en realidad, es su ataúd quien lo recibe: en La rancon de la gloire, de Xavier Beauvois, un par de infelices trazan un plan para secuestrarlo.

El esperado documental de Álex de la Iglesia sobre Leo Messi es la única película española presente en el festival, aunque no compite. Y, ya que hablamos de dioses, hagámoslo de Words with gods, película-compendio en la que diversos directores -entre los que, casualidades, también está De la Iglesia-,

meditan sobre fe, religión y seres todopoderosos.

CINE MUY LEÍDO

Grandes de la literatura revisados

Por último, también algunos grandes de la literatura tendrán su escaparate en la Mostra. Shakespeare es la inspiración de Cymbeline, un thriller sobre policías corruptos; menos proclive a las adaptaciones fílmicas es la pluma de William Faulkner, aunque eso no ha impedido que El ruido y la furia haya sido ahora adaptada por James Franco, empeñado en demostrar que es un tipo leído. Y no le va mal: además de presentar la película, el certamen le concede un premio honorifico. Tiene 36 años.

Y Philip Roth, uno de los más grandes escritores vivos, estará representado en Venecia con The humbling, sobre un viejo actor que tiene un afer con una lesbiana. Protagoniza, de nuevo, Al Pacino. De hecho, The humbling y Manglehorn se presentarán la misma jornada, bautizada como El día de Al Pacino. Ciertas cosas, decíamos, solo pasan en la Mostra.