EN LA MUNTANER

Les Antonietes concentra 'Un tramvia anomenat desig' en torno a una bañera

Oriol Tarrasón monta el drama de Tennessee Williams con solo cuatro actores y escasos elementos

Un tramvia anomenat desig

Un tramvia anomenat desig / periodico

MARTA CERVERA / BARCELONA

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La compañía Les Antonietes Les Antonietesse enfrenta a ‘Un tramvia anomenat desig’, un clásico del siglo XX. Tras versionar a Chéjov con 'Vània' y a Ibsen con 'Stockmann' ahora miran hacia Norteamérica con esta famosa obra de Tennessee Williams Tennessee Williamsque versionan solo con cuatro intérpretes sin decorados. Una bañera es casi el único elemento del montaje que a partir de este miércoles y hasta el 21 de febrero recala en la Sala Muntaner. 

'Un tranvía llamado deseo' saltó a la fama con la adaptación cinematográfica del propio autor en un filme de Elia Kazan protagonizado por Vivien Leigh y Marlon Brando. Aunque se estrenó en 1951 su eco todavía perdura. "Nuestro objetivo es volverle a dar al personaje de Blanche Dubois la importancia que tiene en el texto original", destaca Oriol Tarrasóndirector del montaje, que compagina su labor en la compañía con su actuación en la serie 'Seis hermanas'.

ESPACIO SIMBÓLICO

En 'Un tramvia anomenat desig’ Annabel Castan interpreta a Blanche y Mireia Illamola, a su hermana Stella. Pepo Blasco es Mitch, el marido de Blanche, y Jorge Albuerne, intérprete que proviene del circo, debuta en el teatro de texto como Stanley Kowalski. Él es el único personaje que habla en castellano, el resto utiliza el catalán. 

"Costó adaptar un texto realista a un espacio simbólico", reconoce Tarrasón. La afición de Blanche a bañarse le dio la clave para utilizar la bañera como elemento principal de la casa de Nueva Orleans donde transcurre la obra.

En ella vive una joven pareja formada por la alegre Stella y su rudo y violento Stanley. "Hoy le llamaríamos maltratador, pero Williams no le juzga, no es un autor moralista", apunta Tarrasón. Su existencia se verá alterada ante la llegada de Blanche, una mujer arrogante y con un pasado tormentoso. "Blanche ha sufrido mucho. Es una mujer que queda viuda y descubre que su marido era homosexual. Solo quiere huir de la realidad porque no le gusta", dice Castan.  

"Blanche es una mujer necesitada de amor y comprensió, que huye de la realidad, que solo quiere magia", apunta Tarrasón, cuyo montaje pone el acento en la inadaptación. "La obra habla de la incapacidad que tenemos en ocasiones de comunicarnos y también sobre la falta de ternura existente en nuestra sociedad".

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