ESTRENOS DE LA SEMANA

'Theo & Hugo', sexo sin tabús

Los cineastas Olivier Ducastel y Jacques Martineau siguen la corriente francesa de reivindicar el cuerpo como fuente de placer

BEATRIZ MARTÍNEZ / MADRID

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'Theo & Hugo. París, 5.59' abre con una secuencia difícil de olvidar. En ella nos introducimos en un cuarto oscuro donde un nutrido grupo de hombres mantiene relaciones sexuales. Se trata de una coreografía de cuerpos desnudos perfectamente organizada a ritmo de música electrónica y con fondo rojo eléctrico. La cámara 'voyeur' espía los movimientos de esa masa informe hasta que se fija en las miradas de dos jóvenes entre los que surge el deseo. Follan, y el mundo parece detenerse a su alrededor. 

Se trata de la séptima película firmada por el dúo de directores franceses Olivier Ducastel y Jacques Martineau. En España pudimos ver hace años la cinta que los dio a conocer, 'Jeanne y el chico formidable' (1988), pero han tardado cinco años en poder hacer realidad este nuevo proyecto, teniendo claro que ninguna televisión les apoyaría y optando por una producción independiente en la que tuvieran la posibilidad de rodar escenas de sexo explícito. “Nos sorprendió que ninguna asociación de católicos integristas o republicanos reaccionarios cargara contra nosotros. En este tipo de cuestiones son todavía más moralizantes que el Frente Nacional, que son más abiertamente racistas que homófobos”, nos cuentan los directores en su visita a Madrid para promocionar la película. 

También se encuentra con ellos Geoffrey Couët, que interpreta a Hugo y que aborda uno de sus primeros protagonistas en cine. “Evidentemente existe pudor a la hora de mostrar los genitales frente a la cámara. Por eso intentamos que hubiera una enorme confianza entre el actor que interpreta a Theo y yo, porque estás exponiéndote a hacer cosas muy íntimas, y hay que protegerse. Nos dimos cuenta de que pase lo que pase con nuestras carreras, siempre nos preguntarán por esa escena en el futuro”.

En los últimos tiempos, el cine francés ha demostrado mayor libertad a la hora de mostrar el sexo de una manera natural y realista en la pantalla, sin artificios y atreviéndose a romper la barrera de los tabús. En la conversación salen algunos títulos representativos de esta nueva sensibilidad en la que se reivindica el cuerpo como fuente de placer. 'Love', 'La vida de Adèle', 'El desconocido del lago', y 'Un amor de verano', de Catherine Corsini. “Es una tendencia que está ahí, no es casual y surge de la necesidad de representar la sexualidad de una manera verídica. Cada uno tiene su estilo, pero la intención es la misma en todos nosotros”. 

La película en realidad surge de la curiosidad de indagar en lo que ocurre después de que estos dos personajes hayan conectado a través del sexo. “El amor puede surgir en los sitios más insospechados y queríamos centrarnos en la posibilidad de una relación romántica después de un encuentro físico”. 

SIDA Y PREVENCIÓN

El tema de la transmisión de enfermedades venéreas sin protección articula parte de la película. Theo tendrá que enfrentarse a la posibilidad de haber contraído el VIH por no haber utilizado profilaxis. “La gente no está todavía lo suficientemente informada. Queda mucho trabajo por hacer. En la película hablamos de las pastillas preventivas para no contraer el virus que pueden contrarrestarlo si se toman inmediatamente después de la relación de riesgo. Hay gente que desconoce su uso, así que también hay un componente pedagógico”.  

'Theo & Hugo' se inserta dentro de la tradición del cine francés en estado puro y homenajea a la 'nouvelle vague'. Seguimos a los personajes en un constante deambular por las calles de un París desierto de madrugada mientras ambos van desnudando su corazón. Las 5.59 es precisamente el momento en el que los abandonamos. “Y ahí empezaría otra película”.