The Melodians: "Hoy todo el mundo es rasta"

En los años 60, cuando el ska dio paso al rocksteady, florecieron en Jamaica dulces y espléndidos tríos vocales. Uno de los más populares fue The Melodians, que grabó éxitos como 'Sweet sensation' y 'Rivers of Babylon', posteriormente versionada por Boney M. Su único superviviente, Trevor McNaughton (77 años), respaldado por Winston Dias (72) y Taurus Alphonso (64), actúa el sábado (23.00 horas) en el Nowa Reggae con los catalanes The Kinky Coo Coo’s como banda de apoyo.

¿Desde cuándo se conocen? T.M.: Conozco a Winston desde hace más de 50 años. Vivíamos en el mismo barrio.

T.A.: Yo adoraba a los Melodians, pero entonces no conocía a Trevor en persona.

W.D.: De jóvenes cada cual tenía su grupo. Ensayábamos en la misma zona, Village Town, y rivalizábamos en broma por nuestros éxitos.

T.M.: Decíamos: "Esta noche te rebanaré el cuello con mi nuevo disco". Pero sin violencia.

W.D.: Yo dejé de cantar profesionalmente a los 17 porque quería un trabajo más estable. La música no me daba dinero y me metí en el negocio de los aires acondicionados.

T.M.: Cuando Brent [Dowe] y Tony [Brevett], murieron estuve cantando solo: en California, Colorado, Canadá... Pero no me gustó. Quería volver a cantar en formato de trío.

¿Fue la iglesia una escuela musical para los tres? W.D.: No lo llamaría escuela porque entonces no teníamos la ambición de ser cantantes.

T.A.: A mí, mi madre me daba azotes si no quería ir a la iglesia. De hecho, acabé cantando en el coro. Mi primera grabación fue 'Jesus is a soul man'. En Semana Santa iba en la moto de un amigo por los pueblos. En un solo día podía cantar en tres iglesias.

T.M.: Yo iba a la iglesia, pero los Melodians dimos la vuelta a las palabras que oíamos allí para expresar lo que nosotros sentíamos. La iglesia solo nos dio inspiración y experiencia.

Muchos jóvenes dejaron de cantar y otros que siguieron cantando tampoco ganaron demasiado. Parece que el dinero se quedaba en los estudios de los productores. W.D.: The Movers grabamos 'Cerasee tea' con Prince Buster y él cambió el título de la canción y el del grupo [en el prensaje de algunos vinilos] para no pagarnos.

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The Melodians grabaron con Coxsone Dodd. ¿Tuvieron los mismos problemas? T.M.: Era aún peor que Prince Buster, pero no voy a decir nada malo de Coxsone, de Duke Reid ni de la señora [Sonia] Pottinger porque nos lo enseñaron todo sobre este negocio.

T.A.: Tal vez no pagaron todo el dinero que debían, pero nunca dejaron de promocionar esas canciones y gracias a ellos estamos hoy aquí.

T.M.: Nos pagaban 30 libras por canción; diez para Tony, diez para Brent y diez para mí. No nos daban más aunque sonasen en la radio, pero luego nos salían conciertos y ahí ganábamos más. Insisto, no diré nada malo de ellos. Aunque eran unos perros. ¡Eran perros buenos!

Tal vez por eso, y junto con otros artistas, los Melodians montaron el sello Links. T.M.: Sí. Éramos los Melodians, los Gaylads, Ken Boothe y Delroy Wilson. La oficina estaba en mi casa. Pero cometimos un error. ¿Sabéis cuál? [Se dirige a sus compañeros] Dijimos qué artistas formábamos parte de la organización y los productores establecidos se aliaron para hundirnos [empieza a hablar en un dialecto patois intraducible].

W.D.: Está diciendo que, por ejemplo, esos productores establecidos llamaban a las emisoras para que no radiaran sus discos. Aquel sello pudo ser una Motown.

Los mayores éxitos de los Melodians llegaron con Leslie Kong. ¿Era mejor productor o tuvo la suerte de trabajar con sus mejores canciones? T.M.: Era el mejor productor, mejor promotor y mejor persona. Dios bendiga su alma. Con él cobrábamos 30 libras por semana tanto si íbamos al estudio como si no. Cada viernes, diez libras para cada uno. Con diez me compré una cama. Con otras diez, un tocadiscos.

W.D.: Hoy parece poco, pero con 30 libras te podías comprar una moto. Aunque no todos consiguieron un trato tan bueno como los Melodians con Leslie. Ese salario era secreto.

'Rivers of Babylon' está basada en salmos del Antiguo Testamento. ¿Cómo nació? T.M.: Cada domingo por la noche íbamos a un campamento rastafari. Los percusionistas tocaban un ritmo [lento y de raíz africana que reproduce golpeando la mesa] y nosotros empezamos a cantar: "By the rivers of Babylon..." [canta y sus compañeros le acompañan].

¡Sacaron esos salmos de la iglesia y los trasladaron a la comunidad rasta! T.M.: Sí, pero la gente de la iglesia no quería cantarlos. Decían que eran cosas de los rastas, que ellos no se mezclaban con los rastas. ¡Hoy todo el mundo es rasta!

¿Cómo se lo hacen para mantener en forma sus gargantas? W.D.: Todo se debe a nuestra fuerza de voluntad. El miércoles nos levantamos a las cinco de la mañana para coger un vuelo de Florida que se canceló. Tuvimos que hacer una hora de carretera hasta otro aeropuerto y 24 horas de vuelo para llegar. Pero aquí estamos.