Foster Wallace y otros escritores malditos de cine

'The end of the tour', que nos acerca al autor de 'La obra infinita', se añade a la nutrida lista de películas sobre genios convulsos de la literatura

Jason Segel, como Foster Wallace, y Jesse Eisenberg, como David Lipsky, en 'The end of the tour'.

Jason Segel, como Foster Wallace, y Jesse Eisenberg, como David Lipsky, en 'The end of the tour'. / periodico

BEATRIZ MARTÍNEZ / MADRID

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David Foster Wallace. El pope de la posmodernidad literaria, uno de los escritores de fin de siglo que mejor supo plasmar, a través de una prosa tan fascinante como compleja y laberíntica, irreverente y satírica, la soledad y extrañeza del hombre contemporáneo frente a la sociedad del momento. Ha sido el último de los grandes escritores malditos de nuestro tiempo. Conoció la fama y el reconocimiento gracias al éxito de su obra magna y revolucionaria, 'La obra infinita', pero fue víctima de sí mismo y de la profunda depresión que arrastraba desde su juventud y terminó suicidándose con 46 años.

Ahora se estrena 'The end of the tour'The end of the tour', película de James Ponsoldt que intenta acercarnos a la personalidad de David Foster Wallace desde una perspectiva totalmente alejada de sensacionalismos y truculencias, simplemente descubriéndonos la faceta más cercana y humana de un hombre con sus luces y sus sombras desde su espacio más íntimo y personal. Y lo hace a través del diálogo periodístico, de la metaficción que le proporciona recrear en imágenes las conversaciones que durante cinco días mantuvo en su casa de Illinois, justo durante el término de su gira de presentación de 'La broma infinita', con el periodista de 'Rolling Stone' David Lipsky vertidas en el libro 'Althought of course you end up becoming yourself: A road trip with David Foster Wallace'.

El cine siempre ha tenido querencia por indagar en torno a esos talentos que, por diversas razones, han llevado vidas agitadas o excéntricas, fueron víctimas de vicios y adicciones, estuvieron marcados por la incomprensión durante su época o terminaron cayendo en desgracia por su pulsión autodestructiva. Desde Hunter S. Thompson a Leopoldo María Panero, pasando por estas cinco películas de otros genios convulsos:

CHARLES BUKOVSKI, EN 'FACTÓTUM' (Bent Hammer, 2006)

El rey del realismo sucio americano, Charles Buchowki, fue llevado a la pantalla por Barbet Schroeder en 'Barfly' en 1987 con el rostro decadente Mickey Rourke y con guion del propio escritor. Años más tarde, el noruego Bent Hammer se aproximaría a su figura desde el minimalismo y la parquedad gestual de su estilo para configurar una estupenda obra en torno al deambular errático de un hombre sumido en su adicción al alcohol por las aceras más tristes de Los Ángeles.


JACK KEROUAC, EN 'EN LA CARRETERA' (Walter Salles, 2012)

En los últimos años el cine independiente ha recuperado la Generación Beat en una serie de películas que han querido reivindicar y revitalizar su espíritu. 'Howl' (2010), basado en el célebre poema de Allen Gisberg o 'Kill your darlings' (2013) y, sobre todo, la complicada adaptación de 'En la carretera' de Jack Kerouac, relato de una juventud ansiosa de experiencias, con ganas de comerse el mundo a ritmo de jazz, drogas y promiscuidad sexual.


DOROTHY PARKER, EN 'LA SEÑORA PARKER Y EL CÍRCULO VICIOSO' (Alan Rudolph, 1994)

Ahora que Jennifer Jason Leigh vuelve a estar de actualidad gracias a 'Los odiosos ocho', es momento de recuperar una de sus grandes interpretaciones, la de Dorothy Parker en este relato biográfico que nos muestra la agitada vida de los intelectuales neoyorquinos de los años veinte desde la mirada irreverente y afilada de una mujer adelantada a su tiempo, que fue capaz de retratar la frivolidad de la sociedad desde sus entrañas, con millones de copas de más en fiestas interminables.


JOHN KEATS, EN 'BRIGHT STAR' (Jane Campion, 2009)

John Keats murió con tan solo 23 años de tuberculosis y sin el reconocimiento de sus coetáneos. Su sensibilidad lírica fue plasmada por Jane Campion en esta delicadísima película que nos adentra en su ámbito más íntimo y en la relación amorosa que estableció con su musa Fanny Brawne. Dotada de una fina caligrafía estética, de imágenes que se configuran casi como lienzos, 'Bright star' se impregna de la melancolía de los versos refinados del poeta romántico, de su belleza y pesimismo.


HARVEY PEKAR, EN 'AMERICAN SPLENDOR' (Shari Springer Berman, Robert Pulcini, 2003)

Antisocial, gruñón y anacoreta. Uno de los pioneros de cómic 'underground', Harvey Pekar, convirtió las miserias de su vida cotidiana en el material autobiográfico de su propia obra. La película de Springer Berman y Pulcini se convierte en una estimulante mezcla entre documental y ficción para configurar una mirada tierna sobre el propio patetismo del ser humano y el lado menos amable del sueño americano a través de una estupenda fusión entre el lenguaje cinematográfico y el de las viñetas.