NOVELA Y GUERRA CIVIL

Barcelona, 1941: tras el rastro de una niña robada

J. N. Santaeulàlia narra en 'La sorra vermella' el "descenso a los infiernos" de dos exiliados anarquistas en la Barcelona derrotada

J. N. Santauelàlia, en la librería Laie.

J. N. Santauelàlia, en la librería Laie. / periodico

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Diciembre de 1941. En este tiempo de la primera posguerra dos amigos regresan clandestinamente desde el exilio para intentar recuperar a la hija de uno de ellos, dada en adopción a un destacado requeté después de que su madre, dirigente de las JSU, haya sido fusilada en el Camp de la Bota. Es ‘La sorra vermella’ del título de la novela de J. N. Santaeulàlia (Banyoles, 1955) publicada por Proa. “La línea principal es esta aventura, este descenso a los infiernos, el intento de recuperar a esta niña y llevársela hacia Francia”, explica el autor. Los ‘flashbacks’ explican el destino de su madre, el exilio de su padre y sus amigos y su pasado durante la guerra, en el sector del frente de los Monegros cubierto por la antigua columna Durruti, cuando en plena retirada un puñado de soldados cenetistas destinados a Farlete y el Monte Oscuro huyen atravesando la sierra de Alcubierre para no quedar copados por las tropas marroquís.

De hecho, el tema de los niños robados del franquismo se le cruzó a Santaeulàlia a medio proceso de escritura de la novela. “El embrión de la novela eran esos episodios bélicos, pero fue incorporando esos elementos y la novela basculó hacia la posguerra”, explica el autor el autor.

Josep N. Santaeulàlia publicó regulamente poemas, cuentos y novelas entre 1987 y el 2007, recogiendo dos premios de la crítica Serra d’Or. Han pasado 10  años hasta la llegada de su nueva novela. ¿Por qué? “Hay novelas que necesitan una cocción lenta, y esta es una de ellas. Porque requieren documentación, muchas tardes en la Biblioteca de Catalunya y muchas entrevistas con testigos de la época, y después tres o cuatro años para escribir el libro, mientras trabajaba en el aula de acogida de un instituto del Raval”. Un centro que solicitó para estar a dos minutos de la biblioteca.

DE NUEVO UNA GUERRA CIVIL

Su primera novela, ‘Terra negra’, giraba en torno “a los carlistas, a la guerra civil del siglo XIX”, y ‘La sorra vermella’, en torno a los anarquistas y la última guerra civil. “Me interesaban anarquistas y carlistas porque son los elementos más pintorescos de ambas y por su condición de perdedores”, explica el escritor. “Los anarquistas lo tuvieron todo, las calles de Barcelona, el frente de Aragón, y lo perdieron todo”. 

“El anarquismo es un movimiento muy complejo, con elementos idealistas en el campo del sindicalismo, de los ateneos, el naturismo, el esperantismo, la alfabetización de la clase obrera, pero también con algo que aún hoy sorprende; cómo se dejó que la revolución en julio de 1936 cayese en manos de los más asesinos, quizá unos pocos centenares que se cargaron el buen nombre del movimiento y de paso las opciones que tenía la república. Y ambas caras aparecen en la novela”, sostiene Santaulàlia. Aunque más la primera, es verdad.

Los elementos de la novela de Santaeulàlia (guerra civil, historia sentimental y familiar, exilio, resistencia interior) podrían llegar a recordar a una versión contenida, en lo narrativo y lo dramático, de los ‘Episodios‘ de Almudena Grandes. “Temáticamente sí, pero nos dejamos que lo más importante en una novela no es el argumento sino la escritura; cómo articulo los capítulos, cambio de líneas argumentales y puntos de vista y armo una escritura específica, con muy poca explicación histórica, sin introspección, dejando la narración cruda y dura y el trabajo con el lenguaje, que aún es lo más importante para un novelista”, argumenta Santaeulàlia. Y en cuanto a la posibilidad de caer en excesos melodramáticos, cree que en ‘La sorra vermella’ se podría haber puesto énfasis en ellos- “Pero es -añade- el gran peligro que he querido evitar, aplicando un sistema de refrigeración constante a través de la distancia y el humor”.