M. Night Shyamalan: «¡No cuenten a nadie cómo acaba 'La visita'!»

El director de 'El sexto sentido' recupera la buena estrella con su película de terror 'La visita'

M. Night Shyamalan, en Madrid.

M. Night Shyamalan, en Madrid.

BEATRIZ MARTÍNEZ / MADRID

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M.Night Shyamalan parece contento y relajado con su última película, La visita. Con ella recupera el espíritu de sus inicios y abandona los grandes presupuestos para configurar una cinta de terror muy esencial en la que puede dedicarse a controlar todos los elementos, manejar la puesta en escena y, por supuesto, moldear la tensión a través de la narración. En La visita, estrenada el viernes, el director de origen hindú relata la historia de una pareja de hermanos que van a la granja de sus abuelos a pasar un fin de semana con ellos. Una vez allí, los jóvenes descubrirán que a los ancianos les pasa algo raro. No estamos autorizados a explicar nada más, bajo riesgo de reventar la gran sorpresa, genuinamente shyamalanesca, que esconde el filme.

De alguna manera, el director de El sexto sentido se ha quitado un peso de encima tras sus fracasos comerciales con Airbender, el último guerrero y After Earth. Recuperado para la causa, el director se muestra más bromista que nunca en su visita de promoción a Madrid mientras nos desvela algunos de los secretos sobre su cine.

-¿Por qué eligió el found footage para contar esta historia?

-Yo hago una distinción entre documentales y found footage, y para mí La visita tiene más de lo primero que de lo segundo. Incido más en el elemento documental e introduzco un poco de found footage en los últimos 12 minutos. Creo que el formato documental es un arma muy poderosa, porque nos da una perspectiva directa del narrador en primera persona, y eso supone que te impliques directamente con él. En este caso, es Becca, la protagonista quien lo controla todo (la iluminación, el sonido, los ángulos de cámara y el encuadre). Eso significa que hay un diálogo visual con aquello que estamos viendo. Creo que es una forma hermosa de relacionarse con el cine. Mucho más que el found footage, que es más áspero y tiene un estilo más sucio. También es menos controlable. Y yo quería que tuviera un punto de vista inmediato.

-Esta es una película de presupuesto más reducido. ¿Estaba ya cansado de las imposiciones de los grandes estudios?

-Cuando haces una película de alto presupuesto hay muchos más elementos que tienes que manejar, todo se vuelve complicado, siempre tienes que estar justificando cada paso y se coarta la creatividad. No te dejan seguir tus instintos, todo está muy medido y cuadriculado. Desde luego es muy difícil encontrar un equilibrio entre lo artístico y lo comercial. Cuando trabajas con presupuestos más bajos dejas de sentir tanto la presión.

-Sus películas suelen construirse alrededor de un giro final que altera la percepción de todo lo que hemos visto. Me gustaría saber cómo elabora los guiones, si a partir de esa idea o por el contrario es algo a lo que termina llegando.-Tiene que ver con los personajes y con el enfoque con el que los presentes. Por ejemplo, tenemos a una enfermera que odia a sus pacientes, pero no te das cuenta hasta diez minutos antes de terminar la película cuando mata a uno. No es que sea un shock final, sino que es información sobre el personaje que tú te has ido guardando o modulando a lo largo de la narración. Revelando poco a poco. Todas las grandes películas de suspense utilizan estos elementos. Por ejemplo, en Psicosis, Sospechosos habituales. O el caso modélico de El planeta de los simios. 

-¿Sería Becca un alter ego suyo? ¿Quería de alguna manera reinventarse a través de ella?

-Sí, totalmente. Me siento muy identificado con Becca, aunque yo era mucho peor que ella cuando tenía su edad (risas). Era insoportable y pretencioso y era imposible tener una conversación normal conmigo sobre cine, porque siempre tenía que sentar cátedra. Incluso hoy en día en mi casa pongo reglas a mi familia mientras se ve una película. No se puede hablar, no se pueden hacer comentarios. Soy muy purista y muy pesado en ese aspecto.

-Además de terror, en esta película introduce por primera vez el elemento del humor. 

-Puede que hasta el momento mis películas hayan parecido siempre muy serias, pero lo cierto es que valoro mucho el humor. Pero es la primera vez que hago una película íntegramente de terror. Y me parecía muy interesante intercalar el humor para ir marcando el ritmo. Es muy difícil de hacer, pero si sale bien es una combinación fantástica, porque te permite desahogar toda tu tensión mediante un estallido de risa.

-En sus películas suele utilizar a la familia como eje vertebrador de las tramas.-Al ser escritor de mis propias historias me nutro de los elementos que tengo a mi alcance. He crecido en un núcleo familiar muy fuerte y además me casé muy joven. Si hablo de una invasión alienígena solo se me ocurre poner el foco de atención en una familia, porque es lo único que conozco. Si estuviera soltero, quizás escribiría sobre chicas que no me hacen caso en las citas y, en medio de todo eso… zas, ¡vienen los aliens!

-Últimamente con el fenómeno de las series la gente está muy sensible con el tema del spoiler. ¿Cuándo podemos decir qué les pasa a los abuelos de Becca?

-Te voy a responder: 20 años como mínimo. Mejor: ¡nunca! ¡No le cuenten a nadie cómo acaba la película! ¡Que ahora hay nuevas generaciones que ven mis películas! Si un amigo mío me dice qué es lo que pasa en el último capítulo de Juego de tronos, deja de ser mi amigo al instante.