UN FENÓMENO DE LA CULTURA POPULAR

El renacimiento de Mazinger Z

El Salón del Manga dedica una exposición a la legendaria serie animada y homenajea al intérprete y letrista de la canción que marcó a finales de los 70 a una generación de chavales

Detalle de la exposición sobre Mazinger Z en el Salón del Manga.

Detalle de la exposición sobre Mazinger Z en el Salón del Manga. / periodico

Anna Abella

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"'La maldad y el terror / Koji puede dominar. / Y con él, su robot, /Mazinger! / Mazinger es fuerte y muy bravo / es una furia!/ No pueden con él,/ preparado a combatir está!/ Es inmortal, el robot,/ siempre lucha por la paz!/ Su amistad y su amor,/Koji puede controlar!/ El poder, la verdad,/ con Mazinger, sí!'". Así empezaba uno de los ‘hits’ de la banda sonora de la infancia –con permiso de ‘Mi mono Amedio y yo’, del pobre Marco- de los chavales de todo el país que cada sábado a las tres de la tarde se plantaban expectantes frente a prehistóricos televisores desde un 4 de marzo de 1978, enganchados a aquel insólito fenómeno que llegaba de Japón. Ahora, casi 40 años después, protagoniza una de las exposiciones del Salón del Manga de Barcelona, rebosante de icónico ‘merchandising’ ‘vintage’, alzándose como el robot gigante que entró indiscutiblemente por la puerta grande de la cultura popular arropado por mantras como “¡Planeador abajo!” o “¡Puños fuera!” (el apócrifo "¡Pechos fuera!" merece mención aparte).

Aquella canción fue una de las claves que acompañaron el éxito de ‘Mazinger Z’, la serie creada seis años antes por el mangaka Gô Nagai, que aquí conocimos primero animada en TVE-1 y con la que inauguró la era de los 'mecha', que más que robots eran vehículos humanoides tripulados. Pero desmintiendo la leyenda urbana, el tema no lo cantaba Raphael sino el bilbaíno Alfredo Garrido, autor también de la letra, que aún hoy, a sus 84 años, es un desconocido para el gran público a pesar de que compuso y cantó también la canción de 'Marco' y participó en las de ‘Tarzán’, ‘Vickie el Vikingo’, ‘Pippi Calzaslargas’ o ‘La abeja Maya’. Este sábado visitará el Salón, firmará y recibirá el tributo del también cantante Carlos D. Chardí, experto en Mazinger y organizador y propietario de la exposición junto a Marc Escarrá.

“Ni aún hoy sé lo que decía la letra japonesa de la canción. Yo visioné las imágenes y vi qué personajes debían entrar e intenté reflejar lo que vi, esa lucha contra el mal de un robot concebido para llevar la paz al mundo y el lazo con Koji, que lo tripulaba. De hecho no había pensado interpretar la canción pero cuando hice la letra le puse mi voz a la maqueta para enviarla a los japoneses para que la aprobaran y me dijeron que mi voz era perfecta y que la grabara yo”, recuerda Garrido, que fue también director artístico de Philips y productor y letrista de Los Chichos, Nino Bravo o Greta y los Garbo.

Mazinger supuso un cambio radical respecto a las series edulcoradas que se habían visto hasta entonces como 'Marco' y 'Heidi'

Chardí coincide con Garrido al adjudicar el éxito de Mazinger al “cambio radical que supuso respecto a las series infantiles que se habían visto hasta entonces, más edulcoradas y ‘lights’, como ‘Heidi’ o ‘Marco’. Era una serie de acción donde Mazinger luchaba contra el mal”. Mal que encarnaban el Doctor Infierno, sus engendros mecánicos y su aliado, el Barón Ashler, mitad hombre-mitad mujer. “En esa lucha había violencia, claro –apunta Chardí-, que generó críticas y quejas de padres en cartas al director. En el primer capítulo ya mueren dos personas. Pero hay que verlo con la visión de un niño, no de un adulto”. Le secunda Garrido: “Había series antiquísimas como ‘El hombre enmascarado’ y otras que eran de pistolas y tiros y no pasaba nada. Nunca entendí que la quitaran por violenta”. A ello se cogió TVE para, sin avisar, emitir el 16 de septiembre de 1978, en lugar del capítulo anunciado, el primero de ‘Orzowei’ frustrando a toda una generación de críos. “Hubo cambios importantes de filosofía en la cúpula de TVE”, apunta Chardí. De 26, quedaron seis capítulos sin emitir; cinco los dieron del 1 al 5 de enero para llenar un hueco en la programación y el último no se pudo ver hasta los años 90, cuando Telecinco recuperó toda la serie.

Según este miembro del club de Amigos de Mazinger Z, otros elementos clave del éxito fueron los planos cinematográficos y un doblaje excepcional -con Constantino Romero, Joan Borràs, Julià Gallego o Pepe Mediavilla- y, el ‘merchandising’, que en la muestra se presenta como un festín revival de miniaturas, álbumes y cromos, puzles, cómics, juegos, un disfraz, caretas, cartas, llaveros, libretas, un puño, cintas de Super-8 y VHS, vinilos con el 'single' oficial y LPs, y hasta el codiciado muñeco robot Lafredo(se fabricaron menos de 5.000 y se agotaron a pesar de que valía 1.200 pesetas, un dineral en la época), cuyo puño saltaba al apretar un botón quedando un hierro en el brazo que hoy no habría pasado ningún control de peligrosidad. También impagables ejemplares con Mazinger en la portada del ‘TP’ y de la revista ‘Triunfo’ de mayo de 1978, analizando la doble lectura de la serie, “identificando a Mazinger como el Imperio y al Doctor Infierno como los rojos y Marx”. 

Resurrección en enero en 'Mazinger Z Infinity'

Mazinger sigue muy vivo: en la mayor estatua suya del mundo, erguida en la urbanización Mas de Plata de Cabra del Camp (Tarragona), por la que velan 'mazingeros como Chardí; en una plaza que ya tiene el nombre de Alfredo Garrido, y en la película ‘Mazinger Z Infinity’ (el tráiler se podrá ver en el salón), que se estrenará el 19 de enero, inspirada en el original, con mucha más acción, ambientada diez años adelante y donde aparece la Sagrada Família.  

Y Mazinger tenía el arma de Fuego de pecho y Koji gritaba "¡Puños fuera!", sí. Pero no, nunca se dijo en la serie “¡Pechos fuera!” cuando Sayaka, la compañera de Koji, disparaba los dos misiles de Afrodita A, el robot femenino que tripulaba. El poder de la imaginación popular.