CRÓNICA DE CONCIERTO

Roger Mas, cuando menos es todo

El cantautor de Solsona estrenó en Barcelona el espectáculo de 'Irredempt', su disco más desnudo y esencial

Roger Mas

Roger Mas / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Roger Mas ya había avanzado el repertorio de 'Irredempt' (2015) en la sala Jamboree en abril del 2015, antes incluso de entrar a grabarlo. Pero todavía no había ofrecido en Barcelona una actuación con esos temas en su estado, digamos, definitivo; o con el exquisito escenario diseñado por Lluís Danés para los conciertos de presentación. Lo arregló en la noche del miércoles con su paso por el Auditori como parte del Festival del Mil·lenni.

Como él mismo contó cerca del principio, 'Irredempt' es su primer disco solo con voz y guitarra en casi 20 años de carrera. De la exuberancia de su trabajo con la Cobla Sant Jordi ha pasado al más puro esencialismo, a una desnudez que le sienta bien. El miércoles se presentó solo con su instrumento, aunque multiplicado por un semicírculo de espejos; con eso y cuatro puntos de luz se creaban escenas sugestivas.

Mas arrancó de espaldas al público, entonando los versos de 'Caminant', extraídos de Jacint Verdaguer. Después volvería al sacerdote y poeta con 'Lo comte Arnau', basada en el poema de igual nombre sobre el mítico personaje y sus dos caballos, uno blanco y uno negro; el segundo mucho más interesante por preferir los caminos ásperos, la aventura, a los caminos planos.

FONDO DE CATÁLOGO

Cercano y generoso, Mas explicó el origen no solo de esta sino de otras muchas canciones, e hizo al público partícipe de anécdotas emotivas. A la altura de 'Ella té un cel als ulls', habló de la experiencia mística que vivió el mes pasado en la Universidad de Belgrado, en Serbia, donde ofreció un concierto para los alumnos de catalán y estos se lanzaron a corear el tema (con dicción de 10).

Además de repasar a conciencia el nuevo disco, el artista rebuscó en su fondo de catálogo para extraer 'I la pluja es va assecar...', 'El dolor de la bellesa', 'El rei de les coses' –de un disco tampoco demasiado vestido, 'Mística domèstica' (2005)–, una contenida 'El calavera'... Esperó hasta los bises para mostrar su lado más político, con una 'Oda a Francesc Pujols' precedida por la lectura de un texto del pensador: 'La dominació catalana', ese que empieza diciendo que un día "los que vengan detrás de nosotros verán a los reyes de la Tierra ponerse de rodillas ante Catalunya".