FESTIVAL DE CAP ROIG

Rod Stewart, en el 'pub' de las estrellas

El cantante de Highgate lleva hasta Calella de Palafrugell su nuevo espectáculo, una celebración de una vida de éxito

Rod Stewart

Rod Stewart / periodico

RAFAEL TAPOUNET / BARCELONA

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Hace poco menos de un año, a mediados del pasado mes de agosto, Rod Stewart ofreció su último concierto en el Caesar’s Palace de Las Vegas después de una residencia de cuatro años, y decidió celebrarlo a lo grande: no con estrellas de cine y modelos, sino invitando a cerveza a todos los fans que se presentaran en el pub de Gordon Ramsay vistiendo una camiseta del Celtic de Glasgow.

La convocatoria, realizada por Twitter, atrajo a varias decenas de seguidores hasta el bar. Y allí estaba el cantante del peinado indestructible, con un traje de cuadros y zapatillas de deporte, dispuesto a pagar su deuda. La cuenta, según reveló unos días después el mánager del artista, ascendió a más de 5.000 dólares. Roderick David Stewart siempre ha sabido cómo hacer que la gente lo pase bien.

Algunos ven en la carrera del astro londinense, que el sábado actúa en el festival de Cap Roig, una promesa incumplida. Es célebre en este sentido el severo juicio que lanzó Greil Marcus, el Gorrión Supremo de la crítica rock: "Pocos cantantes han sido dotados con un talento tan completo y singular como el de Rod Stewart y pocos han traicionado ese talento hasta tal extremo". El músico e historiador pop Bob Stanley respondió a la condena de Marcus con sagacidad: "Pocos chicos ingleses de barrio obrero han conseguido afincarse en California, cenar con champán y rodearse de nínfulas rubias que les den de comer uvas en la boca".

Stewart, que creció en un entorno proletario y trabajó en su juventud como repartidor de periódicos y sepulturero del cementerio de Highgate, sí lo ha conseguido. Es incuestionable que, a partir de los años 80, su carrera dejó de estar guiada por la exigencia artística, pero es igualmente cierto que Rod Stewart nunca ha engañado a nadie: él ha venido a este mundo a divertirse (los Faces fueron el primer grupo de la historia en instalar una barra de bar en el escenario). ¿Traición? Lo suyo parece más bien un ejemplo de fidelidad a una manera de entender la existencia.

GRANDES MOMENTOS

Hoy Rod Stewart tiene 71 años y desde el pasado mes de enero es Caballero del Imperio Británico. La gira que lo trae a Calella de Palafrugell (su primera visita a Catalunya en 11 años) tiene como pretexto la presentación de 'Another country', el segundo álbum consecutivo que publica con composiciones propias después de dedicar casi dos décadas a pasearse por cancioneros ajenos. Pero no hagan mucho caso. El espectáculo, servido por una competente banda de 12 músicos, es una antología de los grandes momentos de la carrera de Stewart -con paradas en sus años como aventajado imitador de Sam Cooke ('Having a party'), el despegue de su trayectoria en solitario ('Maggie May'), su etapa en los Faces ('Oh la la') y el periodo de eclosión comercial ('Sailing', 'Hot legs', 'Da ya think I’m sexy?')- y es, sobre todo, un modo de celebrar una vida de éxito.

Si tienen la suerte de asistir, no dejen de llevar una camiseta del Celtic. Por si acaso.