IDEAS

Rock & Roll rima con Pujol

RAMÓN De España

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Hay políticos que encajan muy mal la jubilación. Fíjense enJosé María Aznar, ese pedazo de estadista mundial, que no se pierde ni un foro nacional o internacional en el que poder soltar sus malintencionadas memeces. O en nuestroJordi Pujol,reciclado en oráculo apocalíptico que, día sí, día también, nos informa de la incansable labor de los enemigos de Cataluña. Como a veces soy de una ingenuidad ridícula, yo confiaba en que nuestro Padre de la Patria se dedicara a disfrutar de la pensión que le pagamos los catalanes y consagrara su tiempo libre a las excursiones de montaña; a ser posible, en compañía de mosénBallarín,cuya presencia beatífica sin duda contribuiría a la proliferación de epifanías patriótico-religiosas. Pero ahora ya tengo claro que no me voy a librar de ese hombre ni en activo ni en la reserva.

El que, a su edad, se haya convertido en provectomauletes ya, de por sí, molesto. Pero lo es aún más -al menos, para mí- su súbito interés en la música pop. Puedo entender lo de su presencia en los recientes conciertos de Sopa de Cabra -sobre todo ahora queGerard Quintanaha visto la luz nacionalista-, pues no hay que olvidar que aquel espanto del rock català de los 80 fue fomentado y subvencionado por los gobiernos de CiU. Pero su interés por Els Catarres ya se me antoja más preocupante, por no hablar de su sesudo análisis de la letra deOh, Jennifer,modesto éxito de la banda sobre el amor entre un genuino catalán y unachonide Castelldefels.

Pujolno ha debido verle la menor posibilidad patriótica a echar de comer a grupos como Manel o Mishima -y ya no hablemos de réprobos como Sidonie o Love of Lesbian, que cantan en castellano-, y la ha tomado con los pobres Catarres. Que todos esos grupos sean muchísimo más interesantes que las birrias de los 80 se la trae al pairo, claro está.

Sé que es perder el tiempo pedirle aPujolque esté callado, pero tras haberle escuchado durante 23 años, me merezco un respiro.