Robert Forster, un talento pop infalible

Robert Forster podría hacer algún día una canción mala, pero en los últimos 40 años no le ha pasado. El que fuera colíder de TheGo-Betweens, grupo de culto australiano fundado en los 70, acaba de publicar un sexto disco en solitario, 'Songs to play', en el que vuelve a enamorar a base de olfato melódico y letras que pueden leerse como literatura; artesanía pop del más alto nivel.

La noche del jueves, La 2 de Apolo estaba abarrotada de lo que parecían, por las canas, fans de siempre. Forster sabe que su público espera escuchar canciones de los Go-Betweens, y por eso arrancó con 'Rock‘n’roll friend', antigua cara-B del grupo que después reelaboró para su disco en solitario 'Warm nights' de 1996.

Robert Forster, canciones para la felicidad

GUITARRA Y VOZ

El músico venía solo, más solo todavía que en su doble visita a Heliogàbal del 2013, donde al menos le acompañó la cantante yviolinista Karin Baumler (su mujer, para más señas). Pero no se echó en falta una banda: la voz singular de Forster, su versátil guitarra acústica y, por supuesto, su habilidad como 'showman' sobraban para mantener la atención. Si acaso, se añoraron los vientos mariachi de 'A poet walks' y lassegundas voces de Baumler en otro de los temas nuevos, 'Songwriters on the run'.

Pero es hilar fino, demasiado fino. En realidad la actuación fue una delicia de principio a fin, y los temas nuevos aguantaron perfectamente el tipo frente al repertorio de The Go-Betweens, grandes clásicos como 'Head full of steam', el recuerdo de los días de gloria del grupo 'Darlinghurst nights', 'Part company', la divertida 'German farmhouse', 'Love is a sign', 'Oceans apart' y, ya en el bis, 'He lives my life' y, menos mal, 'Surfing magazines', ésta con sutil, efectivo apoyo instrumental de los teloneros Islandia Nunca Quema.

 Entre canción y canción, a veces, Forster explicaba cosas sobre su música y su vida con ese irresistible gracejo minimalista que le caracteriza. Nos contó que quiere venirse a vivir a Gràcia: "Os cruzaréis conmigo por la calle", aseguró. Eso sería fantástico. También pidió a la barra, en casi perfecto castellano, "un café con leche… en vaso". La risa.