Apuntes

Ricardo III, un difunto muy vivo

JOSEP MARIA POU

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Los ingleses han dado con el Rey perdido. ¡PobreRicardo III, doblemente enterrado debajo de un parking! A este sí que se le puede aplicar aquello de «arrollado por el progreso». O, echando mano del humor negro, destacar que el monarca ha disfrutado de plaza de párking gratis durante siglos, lo que no deja de ser un chollo. El mismoRicardo IIIque se pusiera estupendo clamando «¡Mi reino por un caballo!» ha tenido al alcance de la mano, aunque de nada le sirvieran, los miles de caballos de los cientos de automóbiles que le circundaban. Y digo yo que el ambiente irrespirable de su corte del siglo XV le habrá parecido una minucia comparado con el olor a gasoil y otros combustibles propios del subsuelo de un párking de Leicester.

Lo cierto es que los ingleses andan contentos como unas pascuas con el hallazgo. Normal. Han recuperado un esqueleto perdido y con él a un muerto muy antiguo. Aunque con el muerto haya llegado la polémica: historiadores, arqueólogos y políticos andan a la greña a propósito del destino final de la regia osamenta. Unos quieren llevársela a York, otros defienden que debe quedarse en Leicester y hay quien propone enterrarla en Westminster.

Pienso que antes de pensar en enterrarla de nuevo lo que deberían hacer es festejar el hallazgo como si de un nacimiento se tratara, cucaña y peladillas incluidas.

De escenario en escenario

En realidad, Ricardo III es un difunto que siempre ha estado muy vivo. A lo largo de los años ha saltado de escenario en escenario (con puntuales incursiones en el cine) hasta llegar a convertirse en uno de los personajes preferidos de actores y espectadores. No pasa un día sin que la obra deShakespeareque le tiene como protagonista se represente en algún lugar del mundo. Hasta hace poco en el mismísimo West End de Londres, dondeMark Rylance, un actor genial, ha sido el último en crear suRicardo III en libertad. Porque a partir de ahora, será muy difícil no ajustarse a lo que hay: conocidas las medidas antropométricas, conocida su altura, el tamaño de su cráneo, el grado de su escoliosis y el diámetro exacto del agujero de flecha que acabó con su vida, los puristas exigirán de los actores fidelidad al personaje. ¡Con la historia hemos topado!

Por cierto, que hay en Barcelona una compañía de teatro con dotes adivinatorias. Especializada en representar aShakespeareal aire libre, actúa desde hace años con el nombre de Parking Shakespeare. Toda una profecía.