REPOSICIÓN DE UN CLÁSICO DE LOS 80

Los 'Gremlins' atacan de nuevo

La película de Joe Dante vuelve a la cartelera estas fiestas como gran icono de la cultura popular

Fotograma de 'Gremlins', de Joe Dante

Fotograma de 'Gremlins', de Joe Dante / periodico

Beatriz Martínez

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1984, plena década de los 80. Hollywood parecía haber encontrado la fórmula para conectar con el público joven y las nuevas audiencias gracias a un puñado de directores que se habían encargado de revolucionar los cimientos de la industria a golpe de talento, originalidad y muchas dosis de espíritu lúdico.

Steven Spielberg se había convertido en un auténtico fenómeno gracias al éxito de 'E.T. El extraterrestre' (1982), y el género fantástico comenzó a colarse en los hogares de manera masiva. Los niños de los 80 pronto empezaron a familiarizarse con sus códigos de manera natural hasta que quedaron incrustados en su imaginario colectivo. Por lo que no resulta nada extraño que, toda esa generación sea tan susceptible a la nostalgia cuando se pulsa la tecla adecuada, como ha ocurrido recientemente con series como 'Stranger things'.

Espíritu malévolo y juguetón

Lo cierto es que, aunque siempre se ha dicho que el cine familiar de la era Reagan resultaba un tanto reaccionario por su vuelta a los valores tradicionales, había películas que se escapaban a estas convenciones y que lograban introducir un poco de bilis camuflada del más puro sentido del entretenimiento.

En ese sentido, 'Gremlins', que podemos ver repuesta en cines durante estas fiestas, tenía poco que ver con el tono blanco que caracterizó algunas de las producciones de la época. De hecho, su guion, obra de un por entonces jovencísimo Chris Columbus (que más tarde sería el responsable de 'Solo en casa' y las dos primeras entregas de 'Harry Potter'), tuvo que ser rebajado debido a su virulencia. Sin embargo, la mayor parte de su espíritu malévolo y juguetón permaneció intacto gracias a la ayuda tras la cámara del director elegido finalmente para encargarse del proyecto, Joe Dante, familiarizado con el cine de serie B tras haberse formado en la factoría Corman y de Steven Spielberg en sus labores como productor a través de Amblin Entertaintment, que defendió frente a Warner Bros la visión gamberra y el humor negro que impregnaba la cinta.

El filme no ha perdido nada de su fuerza corrosiva 33 años después de su estreno

A pesar de desarrollarse en Navidad, la película se estrenó en la temporada veraniega convirtiéndose en un inesperado acontecimiento (solo superado por 'Los Cazafantasmas'), en parte gracias a que Spielberg logró convencer a la MPAA, que se encargaba de la calificación por edades, para que la insertara dentro de la categoría PG (menores de 10 años acompañados de un adulto), algo bastante inusitado si tenemos en cuenta la violencia que incluían algunas de las imágenes para los más pequeños (Gremlins triturados y reventados en microondas y un par de asesinatos bastante escabrosos).

Dicen que Spielberg se enamoró del personaje de Gizmo cuando leyó el guion y que consiguió que tuviera un mayor protagonismo en la película. Lo cierto es que pocos niños de aquella época se quedaron sin un peluche del adorable Mogwai, mientras toda una generación aprendía las tres reglas fundamentales (no exponer a la luz, no mojar y no dar de comer después de medianoche) para que la criatura no se multiplicara en montones de Gremlins.

Pie de foto

Sin embargo, mientras el público amó desde el primer instante a Gizmo, el departamento de efectos especiales terminó aborreciéndolo debido a la complejidad que implicaba el 'animatronic' que se encargaba de darle vida y de dotarlo de expresividad. Quizás por ello, el equipo disfrutó con la escena en la que los Gremlins juegan a los dardos con el pobre e indefenso bichito.

Resulta curioso que la segunda temporada de 'Stranger things' fuera criticada por exceso de homenajes al cine de los ochenta cuando ya en esa época películas como Gremlins se convirtieron en fuente constante de referencias explícitas. En este caso encontramos escenas que nos remiten desde 'Alien' al cine de Frank Capra, pasando por 'Planeta prohibido' o 'La matanza de Texas', hasta culminar con la mítica escena de la sala de cine repleta de Gremlins dedicada a Blancanieves y los siete enanitos. Todo un coctel explosivo de referencias a la cultura popular que no ha perdido ni un ápice de su fuerza corrosiva 33 años después. Puede que su reposición en salas no solo sirva para deleitar a los fans pretéritos sino para convocar nuevas pasiones dentro del público 'millennial'