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'Fun Home': el musical sobre la identidad sexual que llena de emociones el Condal

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Eduardo de Vicente

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Una de las mejores ofertas de la cartelera teatral es Fun home, un musical distinto, maduro, emotivo, de aquellos que triunfan en Londres y Nueva York (obtuvo 5 premios Tony) y que tenemos la fortuna de poder disfrutar en nuestra ciudad. ¡Atención! Las funciones acaban el 4 de noviembre, así que solo tenemos un mes para descubrirlo. El Condal ahora reconvertido en Onyric sigue ofreciendo contenidos adicionales al espectador como la serie de conciertos En Paral.lel y hoy la oportunidad también es única, ya que al final de la función, el director y protagonista, Daniel Anglès y su equipo mantendrán un coloquio con el público para explicar el proceso creativo de este montaje.

Fun Home impresiona desde el minuto cero. Cuando ocupamos nuestra butaca, el escenario está en penumbra mientras se proyecta el cartel del espectáculo. Llama nuestra atención una corona de flores y un ataúd situados a la izquierda. Se cierran las luces, sube el telón y descubrimos una espectacular y gigantesca escenografía que simula el interior de una casa repleta de cuadros y de libros. Posteriormente de sus rincones aparecerán distintas piezas de mobiliario y también harán las veces de puertas o ventanas. De entrada, han conseguido sorprendernos. Es la Fun Home, la casa divertida, pero también es la abreviatura de Funeral Home, la casa funeraria.

La relación entre una mujer y su padre a través de los años

La protagonista es una mujer que aparece con una caja donde guarda los recuerdos de su padre, un profesor de literatura que regentaba una funeraria y que se ha suicidado. Esta excusa argumental sirve para ir desgranando la relación entre ambos a lo largo de los años. Ella ha descubierto que le gustan las mujeres y también que su progenitor era homosexual. Como si utilizara el lenguaje cinematográfico, la obra está compuesta por una serie de flashbacks

Esta historia es la autobiografía de Alison Bechdel que volcó en una novela gráfica de gran éxito. Veremos a la autora en tres momentos de su vida, el presente (Mariona Castillo), su infancia (papel en el que se turnan tres niñas, Noa Flores –la que vimos nosotros- es sencillamente sensacional) y su adolescencia (Clara Solé). Los pequeños brillan especialmente en el número músical Fun home, donde bailan y cantan un tema que parece haber sido compuesto para los Jackson Five. Tanto esta escena como otra de ambiente discotequero, donde los niños también lucen, suponen los momentos más desengrasantes y divertidos de la función.

Los secretos inconfesados

El texto habla del descubrimiento de la identidad sexual, pero también de cómo mantenerla en secreto y crear un muro casi insalvable, de escarbar en la memoria para intentar desvelar quién era en realidad ese padre, perdonarle sus errores y aprender de ellos para seguir adelante. Parafraseando otro musical reciente en el que también participaba Anglès como productor, podría perfectamente titularse Tot el que no ens vam dir.

El trabajo de caracterización está muy cuidado. Por ejemplo, vale la pena fijarse en los peinados. Alison lleva pelo largo de niña y cada vez más corto a medida que crece, el de su madre recuerda a la actriz clásica Joan Fontaine en Rebecca y el padre el típico con raya en medio y el pelo a la izquierda. Por cierto, algún espectador puede creer que Daniel Anglés ha envejecido y engordado. Otro que pica… es otra ilusión del teatro. Por cierto, el director consigue aquí convencer de que no solo es un cantante privilegiado sino que también muestra su talento como actor dramático.

Otra de las sorpresas agradables es el reencuentro con Pilar Capellades, una de los cuatro creadores de El musical més petit, la compañía con la que se dieron a conocer junto a Anglès. Hacía años que estaba semiretirada dedicándose a la docencia y volver a verla en un escenario es un auténtico placer, sobre todo para quienes la descubrimos en 1996 en el Versus con Jo, tu, ell, ella i Webber i Schönberg. Es como volver a coincidir con un antiguo amor.

Justamente su solo Anys i anys es el que da paso al tramo final de la obra. Es el inicio de una montaña rusa emocional de unos 20 minutos que consigue tocar la sensibilidad del espectador y resulta francamente difícil reprimir las lágrimas. Las escenas siguientes, la conversación padre-hija, el tema Edges of the world, donde Anglès puede demostrar el gran cantante que es, nos llevan al desenlace en el que ya es imposible permanecer impasible. Al finalizar la función y antes de los aplausos, las luces se apagan durante unos segundos, y se agradece, ya que es la manera de poder intentar recomponernos el rostro.

Experiencias únicas para los fanáticos del musical

Los espectadores también pueden disfrutar de la VIP experience que incluye experiencias exclusivas como una visita al reparto antes de la función y hacerse una foto con los actores, una consumición gratuita o un programa de lujo. Pero los más fanáticos del género pueden convertirse en Angels o Dreamers. Los primeros tendrán acceso privilegiado a ensayos o castings, invitaciones para los estrenos y entradas para otros días para los amigos a mitad de precio, una cena con Dani Anglès y formar parte de un consejo que los reunirá a todos. Los segundos tendrán descuentos especiales, acceso a las ruedas de prensa, un periodo exclusivo de venta de entradas, invitaciones para actividades paralelas y la camiseta de Onyric. Una fórmula ideal para los fanáticos del musical que pueden seguir paso a paso el proceso de creación y, de paso, conseguir invitaciones o importantes descuentos. Una experiencia de ensueño.