Un nostálgico viaje a la infancia con las ilustraciones de Carme Solé Vendrell

Carme Solé Vendrell (Barcelona, 1944) es una de las más importantes ilustradoras catalanas. Seguro que nosotros o nuestros hijos hemos o han tenido entre sus manos algún libro cuya portada fue dibujada por ella. Ahora cumple 50 años de profesión y, con más motivo que nunca, el Palau Robert le ha dedicado una hermosa exposición, Per què? en la que se repasa su carrera y en la que muchos podemos sentirnos de vuelta a la infancia.

Su trabajo ha destacado por la firme defensa de los derechos de los niños y ha ilustrado más de 800 libros en los que ha intentado combinar entretenimiento, estética y mensaje para remover conciencias ante las injusticias. Pero también se encargó de dibujar para libros de autores centrados en temáticas adultas como Miquel Martí i Pol, Gabriel García Márquez, Mercè Rodoreda o Salvador Espriu y recibió múltiples premios internacionales.

La primera parte de esta exposición consta únicamente de dos piezas: la escultura Univers, una bola de hierro con un niño en bronce frente al cuadro de una niña que podría ser la propia autora. Es una especie de prólogo que pretende establecer una estructura circular ya que enlaza con la parte final de la muestra dedicada a la reivindicación de la infancia.

Los entornos y sentimientos de sus personajes

El segundo tramo es mucho más amplio, ya que intenta desgranar las características de su obra analizando cómo son sus personajes (personas, animales o seres fantásticos, todos ellos de estilos muy distintos), cómo se visten (adecuándolos a la época o la forma de ser) y cómo sienten (sus emociones a través de las expresiones). En la segunda sala descubriremos qué hacen (sus métodos para simular movimiento) y el atrezzo entre el que se mueven (mobiliario, utensilios y otros objetos). En la tercera estancia descubriremos dónde están (distintos paisajes y entornos) y los juegos de iluminación que utiliza para provocar atmósferas muy distintas.

Todo ello se muestra en los laterales, mientras que en el espacio central hallamos verdaderas maravillas: portadas de sus trabajos o los mismos libros, que pueden ser consultados. También incluye objetos muy preciados para la autora como una marioneta que le regaló el escenógrafo Fabià Puigserver, un mantón que utilizaba para sus clases de baile, jabón, un vaso y una caña para hacer pompas y, lógicamente, pinturas y pinceles para dibujar.

La iluminación también juega un papel fundamental en esta muestra que pasa del blanco y la claridad de las primeras habitaciones al negro y la oscuridad de las últimas donde pueden verse sus obras más comprometidas, sus múltiples retratos infantiles que denotan tristeza y preocupación. Entre ellas destacan dos óleos, 1714, de 2011 y Tendresa (2007).

Una campaña en defensa de la infancia

El úlimo tramo consta de una serie de dibujos inspirados por noticias reales en las que los pequeños sufrían las consecuencias de las guerras. Estos trabajos forman parte de la campaña Why?. Para completar la visita al final puede consultarse un libro al respecto y se proyectan un documental (Why? CSV, de 2018) y un fragmento del proyecto Why?

De la alegría, la inocencia y los juegos a la cruda realidad; del amor y la amistad al odio y la muerte. Contrastes duros, pero también necesarios para hacernos una idea del mundo en que vivimos y hacer también nuestra pequeña aportación para mejorarlo. Un recorrido entre la nostalgia y la concienciación. Un viaje conmovedor y necesario.