IceBarCelona o la increíble experiencia de pasar frío en pleno mes de agosto

Brrrrr!! ¡Qué frío hace aquí al lado de la playa! Lo mejor es abrigarse un poco para evitar congelarse… No, no se trata de una broma, esta situación es cien por cien real. Es lo que experimenta alguien que se acerca a un pequeño local junto a la arena llamado IceBarCelona, abierto desde el año 2007, en el que se puede combatir sin esfuerzo la ola de calor que nos invade. ¿Recordamos el hotel de hielo en el que se alojaba James Bond en Muere otro día? Pues algo así pero en versión mini, 60 metros cuadrados.

La temperatura oscila entre los 5 y los 15 grados bajo cero, ésta última en las épocas más calurosas. Las paredes, la barra y hasta los vasos están helados y con el precio de la entrada se incluye una consumición y el alquiler del abrigo con capucha (la necesitaremos) y los guantes, porque frío pasaremos seguro. Es preferible, eso sí, llevar los pies cubiertos con calzado cerrado para evitar males mayores. Los niños también pueden entrar (los menores de 3 años, gratis) aunque no hay tallas para ellos. De todas maneras así se lo pasan aún mejor con las mangas colgando y haciendo casi de payasos. Para las visitas infantiles es mejor acudir por la mañana (abren a mediodía) o por la tarde, ya que las noches son más para fiestas de adultos (cierran a las 3 de la madrugada).

Una decoración siempre original

Sus rincones están decorados con estatuas congeladas en torno a un tema central. En la actualidad, la Diada de Sant Jordi, y podemos ver al dragón del Park Güell, al heroico caballero en plena refriega o unas rosas en un bloque de hielo. Junto a ellos, la Sagrada Familia, como homenaje a la ciudad o un trono, ideal para hacerse fotos en pareja. A la salida tienen una máquina en la que podremos imprimirlas.

La decoración cambia cada seis meses porque no aguanta más. En ese momento llegan tres jóvenes canadienses que se encargan de esculpir las siguientes esculturas en tan solo cuatro o cinco días. El hielo utilizado proviene de Bélgica, ya que es más consistente de lo habitual. Anteriormente han dedicado sus rincones a Star Wars, Juego de tronos o la ciudad de Barcelona. El próximo cambio toca en septiembre, con una temática aún por decidir.

Bailar en un entorno congelado

Las bebidas que ofrecen son combinados con alcohol (ron o vodka con zumos de frutas) aunque carecen de gas, ya que se congelarían y servidos en un vaso de tubo, pero de hielo compuesto por agua y sal. La cerveza sí que está permitida. Los peques pueden tomar diversos tipos de zumos (manzana, naranja, piña o melocotón). Una bola de espejos preside el techo mientras suena la música, ya que el local también puede alquilarse para fiestas privadas, cumpleaños o despedidas de solter@, aunque la capacidad está limitada a unas 40 personas. Para estas ocasiones concretas disponen de paquetes especiales (también para familias o citas románticas de pareja).

Es conveniente reservar con antelación debido a su reducido espacio, sobre todo puede haber dificultades para encontrar sitios los fines de semana y en pleno verano. Y también porque mediante la página web hay un descuento del 10 %, sobre el precio habitual.

La idea original proviene de una localidad sueca que se exportó en los años 90 llegando a ciudades tan dispares como Londres, Tokio o la ya más fría Estocolmo. Una experiencia original y divertida que dura lo que nosotros queramos, ya que cuando estemos saturados de tanto frío podemos cambiarlo por el calor en la terraza que tienen, situada frente a la playa de Somorrostro y seguir con la fiesta.