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El musical 'Tot el que no ens vam dir' regresa al Maldà tras su éxito en junio

La obra, escrita por Alicia Serrat y Miquel Tejada, explica las dudas frente al amor y la vida de cinco jóvenes

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r teqnevd elmalda mg 9377cgatacasanovas baixa / ÀGATA CASANOVAS

Eduardo de Vicente

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El musical en Catalunya goza de una salud inmejorable. No solo están llegando las adaptaciones de grandes y pequeños títulos de Broadway y Londres, sino que también hemos alcanzado el segundo nivel: crear nuestras propias obras. Los Dagoll Dagom (Antaviana, Mar i Cel, Scaramouche) fueron unos de los precursores y en eso siguen. Pero agazapados en la segunda fila permanecen unos jóvenes insolentes que intentan también utilizar el género para mostrar sus inquietudes. De manera más modesta, con menos medios, pero con todo el coraje y la ilusión del mundo. El mejor ejemplo puede verse hasta el 6 de septiembre en El Maldà.

Se trata de Tot el que no ens vam dir, una pieza de pequeño formato que ya pudo verse en junio en la misma sala y que, debido a su éxito, acaba de reestrenarse. Sus autores son Alicia Serrat (libreto y letras) y Miquel Tejada (música) mientras que Daniel Anglés (Rent, Carousel) es el productor artístico. Es la segunda entrega de una trilogía compuesta por tres capítulos independientes que se inició con Per si no ens tornem a veure. Si entonces se abordaba el enamoramiento, el romanticismo, ahora el tema es el desengaño, el dolor que provoca el amor. El año que viene planean presentar el tercer episodio.

Debates juveniles sobre la vida

Una mesa rodeada por cinco sillas, además de unas pequeñas estanterías con libros, son el único mobiliario. La primera parte del espectáculo muestra las expectativas de un grupo de jóvenes en 1999 y sus sueños de cara al nuevo siglo como una puerta al futuro. Sus conversaciones son casi filosóficas pero no es un episodio de Merlí. Debaten y discuten sobre la sinceridad, la objetividad, qué es ser buena persona, la insatisfacción que provoca cumplir un sueño porque supone tener que trazar uno nuevo y pensar qué harían si supieran que les queda un único día de vida.

La segunda mitad se ocupa de un triángulo amoroso, las dudas y remordimientos que causa y también habla de lo que menciona el título, todas aquellas cosas que no dijimos cuando debíamos y que podrían haber cambiado nuestro futuro, tanto a los amantes como a los ausentes. Todo ello con saltos de tiempo que debemos ordenar en nuestra cabeza.

Los personajes están muy bien definidos podemos reconocerlos en nuestro entorno más próximo o incluso podemos ser nosotros mismos. Los cinco protagonistas tienen su espacio para el lucimiento musical. Estel Tort reclama atención con el solo Filosofia de carrer provocando un silencio de admiración; Sònia Catot tiene la misión de aportar la comicidad dando vida a una chica en eterna indecisión cara a sí misma y el amor y que se siente una pieza que no encaja. La obra sube enteros cuando las canciones son dúos, en su mayoría de Víctor Arbelo, Clara Solé y Carles Alarcón, los tres vértices del triángulo romántico (No sé per què, Dos estranys). El momento apoteósico, en consecuencia es el número coral, en el que intervienen todos, además de ser una de las mejores melodías, Tothom creu saber, de pelos de punta. La verdad, te quedas con ganas de algún otro número conjunto de los cinco.

Las canciones son interpretadas sin ningún tipo de amplificación, la cercanía la hace innecesaria, y prácticamente no hay pausas entre las melodías y los diálogos, dejando sin espacio a los aplausos. El piano de Miquel Tejada acaricia a los cantantes y se sienten apoyados en su labor mientras que la iluminación es concreta y eficaz para conseguir su propósito

Uno de los alicientes de estas obras tan íntimas es que puedes ver la expresión de los actores, pero ellos también a ti, y lo notas. En algunos momentos pueden interpelar directamente al espectador que no siente que sea un sujeto pasivo sino que participa activamente con sus reacciones. Eso sí, un consejo, como las entradas no son numeradas, vale la pena ir pronto para poder situarse cerca del aparato de aire acondicionado los días más calurosos.

Y así, poco más de una hora después, saldremos con la impresión de haber disfrutado del talento y entrega de unos cantantes jóvenes que se han desnudado y nos han mostrado sus pensamientos y temores más profundos. Un buen recuerdo de la noche puede ser adquirir a la salida el CD de las canciones al precio de 10 euros, toda una ganga para el amplio espectro de emociones que nos han hecho sentir.