QUÉ HACER HOY EN BARCELONA

'París': un divertido retrato del viaje de tres amigas entre humor y canciones

r paris lescot-act 118

r paris lescot-act 118 / periodico

Eduardo de Vicente

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Como todos bien sabemos, los niños vienen de París. Al parecer, debe haber allí una macroempresa que se dedica a fabricarlos y que cuenta con la complicidad de miles de cigüeñas para, posteriormente, distribuirlos por el mundo. Estos dos elementos: la capital francesa y los bebés son la excusa o el McGuffin, que diría Hitchcock, de París, una divertida comedia musical femeninaParís creada por el trío Les Cot (Babet, cuina a tres veus) y Paul Berrondo (Waikiki Honolulu) que representan en el acogedor Almería Teatre.

Entramos en la sala y vemos a tres mujeres muy distintas: una rubia con un secador y un cepillo en las manos; otra tiene el pelo rizado y parece que esté explicando algo con un libro en las manos, pinta y recita y, finalmente, una morena de pelo liso enganchada a un móvil. Más adelante descubriremos que se trata de una peluquera, una maestra y una ejecutiva. En el escenario también hay tres plafones listados y tres cajones que harán las funciones de sillas así como tres maletas. Un pianista (Óscar Peñarroya) ameniza la entrada del público.

Tres excelentes cantantes con amplia formación

Poco a poco iremos conociendo a las tres, son unas amigas de la infancia que fingen llevarse bien pero, en el fondo, tienen muchas disputas. Es lo que hace la confianza. La primera habla en castellano y las otras dos en catalán, lo que permite el juego lingüístico. Cuando arrancan a cantar nos llevamos la primera sorpresa, sus voces son una auténtica delicia. Se nota que no acaban de aterrizar en esto de la música, que tienen formación clásica, incluso operística y cada canción es una joya.

La profesora explica a las otras dos que anhela ser madre y que ha encontrado un donante en París, por lo que les pide que le acompañen en su viaje. Aquí empiezan a surgir las primeras diferencias, ya que no disimulan las pocas ganas que tienen. Pero acaban accediendo, eso sí, a regañadientes. A continuación, la escenografía antes citada se convierte en el coche que las trasladará. Allí descubriremos a otro personaje insólito de gran importancia en el argumento, Wilson. No, no es la pelota de Tom Hanks en Náufrago sino una especie de GPS con inteligencia artificial y una voz metálica que más tarde nos revelará quién es. Y no nos habíamos dado cuenta…

Descubriendo la 'paleodieta'

La siguiente escena transcurre en un restaurante en el que experimentan con la denominada paleodieta, un método primitivo que sirve para ironizar sobre las absurdas modas dietéticas que más vale no tomarse demasiado en serio. De regreso al vehículo, un hallazgo inesperado provocará que su vida se convierta en una pesadilla como si fueran una prolongación de Thelma y Louise. Todo ello pondrá a prueba su amistad para lo que recurrirán a recordar sus días de infancia.

Es una simpática reflexión sobre las relaciones femeninas desde tres puntos de vista muy distintos con tres actrices en estado de gracia, unos diálogos muy trabajados y unas canciones que te elevan más allá de la butaca. Cada una de las tres tiene algún solo para su lucimiento y suelen ser las más íntimas, pero cuando están juntas, algo mágico sucede.

Las escenas más divertidas

Quienes se preocupen más por reírse también encontrarán su espacio, ya que el contrapunto de la peluquera es siempre hilarante y más cuando conversa con Wilson en la escena más extrema en la que... Bueno, mejor verla, nos partiremos de risa. Tienen tiempo para ironizar sobre ellas mismas, sobre la dependencia del móvil, sobre las obsesiones llevadas al extremo, sobre el sexo o las parejas tóxicas. Todo ello para acabar derivando en un acto de reafirmación personal donde cada una aprende a seguir su propio camino en la vida.

En tan solo hora y media consiguen hacer unos retratos algo histriónicos pero que se acercan más a la realidad de lo que nos gustaría para ponernos delante un espejo y descubrir lo ridículos que podemos llegar a ser y que la amistad es un gran tesoro que tenemos que cuidar y mimar cada día. Una obra en la que nos reiremos, nos emocionaremos y aprenderemos algo más o quizás mucho más de nosotros mismos.