entrevista con Artista de circo

Blai Mateu: «Nuestro circo va más allá»

Blai Mateu.

Blai Mateu.

M. C.
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

-¿Les apetecía volver a Barcelona?

-Sí, porque pese al reconocimiento que hemos tenido en Catalunya la temporada pasada solo hicimos 10 actuaciones en una carpa donde caben 250 personas. Demasiado poco para una ciudad tan grande. Mucha gente se quedó sin poder ver el espectáculo. Volver es un orgullo.

-Otros circos actúan en la ciudad por estas fechas. ¿Les preocupa?

-Nuestra propuesta no tiene competencia porque es distinta, va más allá. No estamos en la misma línea del circo tradicional pero es bueno que exista porque hay gustos para todo. Lo nuestro es jugar con la poesía y la imagen. No somos una troupe sino dos acróbatas, un músico y un caballo que explicamos una historia con unos personajes diferentes a los del circo tradicional.

-¿Cómo explican el éxito de su compañía Baró d'Evel?

-La gente tiene ganas de ver cosas nuevas. Nosotros ofrecemos humor, proximidad con el público y derrochamos generosidad en nuestro trabajo. Pero la fusión de lenguajes es nuestro signo distintivo por eso cantamos, hacemos acrobacias y convertirmos a un caballo en actor.

-¿Qué opina del proyecto Fibonacci en el que colaboraron artistas de aquí y de Canadá?

-Hay que potenciar estos encuentros. El circo en nuestro país fue de resistencia en la época de Franco. El Circ Cric y otros trabajaban de forma autodidacta. Tenían mucha trempera pero poca técnica. Poco a poco, hemos aprendido la técnica pero hemos olvidado de dónde venimos. Los laboratorios de creación son interesantes porque te obligan a cuestionarlo todo. Esa línea de investigación me interesa más que la técnica por la técnica. Fibonacci, al menos, es un intento de ir más allá.

-¿Cómo ve la cantera?

-La gente se ha ido a formar fuera y el nivel ha subido. El hecho de que el TNC, el Lliure y el Mercat se hayan abierto al circo y a las fusiones con otros géneros sirve para demostrar que más allá del divertimento, el circo es un arte y como tal puede expresarse a través de lenguajes muy diversos. Mejor cuantos más sean.