CITA CON LA HISTORIETA

El Salón del Cómic corona al homérico Martín Saurí y la memoria histórica de Jaime Martín

Viñeta de 'La Odisea', del dibujante Josep Maria Martín Saurí, con guion de Pérez Navarro.

Viñeta de 'La Odisea', del dibujante Josep Maria Martín Saurí, con guion de Pérez Navarro. / periodico

ANNA ABELLA / BARCELONA

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Con Odiseo, Nausicaa, Zeus, el Cíclope o Escila en mente e Ítaca en el horizonte, un veinteañero y autodidacta Josep Maria Martín Saurí (Barcelona, 1949) se zambulló de lleno en su homérico viaje por un mar de trazos en blanco y negro allá por 1973. Una década después llevaba a buen puerto la aventura que le había propuesto al guionista Pérez Navarro: recrear y reinterpretar ‘La Odisea’. Las espectaculares y expresivas ilustraciones de aquella epopeya mitológica, para los que bebió de sus admirados Esteban Maroto, Breccia o Fernando Fernández, son la obra más emblemática del dibujante, que este viernes ha alcanzado el Olimpo del Salón del Cómic que le ha reconocido con el Gran Premio del festival, dotado con 10.000 euros. Más terrenal y muy cercana es la historia de los abuelos de Jaime Martín (Barcelona, 1966), que escaparon de milagro de morir durante la guerra civil y vivieron la posguerra franquista con el estigma del bando perdedor y sin doblegarse; su memoria histórica y familiar la ha rescatado su nieto en ‘Jamás tendré 20 años’ (Norma), que ha logrado el galardón a Mejor obra de autor español, con la misma dotación.   

El premio al Autor revelación también se lo ha llevado un catalán (aunque nacido en Bruselas en 1982), Javi Rey, que hizo de la adaptación de la novela de Jesús Carrasco ‘Intemperie’ Javi Rey‘Intemperie’ (Planeta Cómic), un proyecto absolutamente personal lleno de gestos y silencios que lo dicen todo, y que también estaba nominado a Mejor obra

Más difícil de definir es ‘La visión’ (Panini Cómics), de Tom King y Gabriel Hernández Walta, reconocida como la Mejor obra extranjera pues es una fusión de ciencia ficción, intrigas y costumbrismo superheroico, con reflexiones de calado sobre la pareja o la búsqueda de la identidad, protagonizada por un miembro de los Vengadores que anhela una vida familiar y ‘crea’ una esposa y unos hijos.

UNA CARRERA QUE EMPEZÓ EN 1973

Con ‘La Odisea’ (inicialmente publicada por entregas en la revista americana 'Heavy Metal' y aquí en 'Comix Internacional', de Toutain; Norma la relanzó por el 25º aniversario en el 2007 y la sigue reeditando), la trayectoria de Saurí, guiado por su amigo y mentor Fernando Fernández, despegó. Se prodigó en editoriales extranjeras de Europa y Estados Unidos, primero con historias románticas y luego de terror. En 1973 había dibujado una historieta de ocho páginas para la revista ‘Pulgarcito’, de Bruguera, editorial para la que también ilustró biografías de Alejandro el Grande y Shakespeare. Trabajó para Creaciones Editoriales y publicó en la revista 'Cimoc'. En los años 80 empezó a colaborar con ‘Interviú’ y, en 1984, con guion de Enrique Sánchez Abulí ('Torpedo') publicó un ya clásico del erotismo, 'La mariposa y la llama'. Después se diversificó en animación, cine, televisión y publicidad. En el 2008 retomaba el cómic con 'La conjetura de Poincaré' (Diábolo), con guion de Raule ('Jazz Maynard'), y poco después volvía acompañado de Pérez Navarro con 'El rey Arturo' (Norma).        

Jaime Martín, que ya había llevado la experiencia de su padre en ‘Las guerras silenciosas’‘Las guerras silenciosas’ (Norma), con ‘Jamás tendré 20 años’ se reconcilió con su abuelo y pudo contar cómo tras conocer a su abuela se abrieron camino primero con el estraperlo y luego con el reciclaje de vidrio en L’Hospitalet, aunque siempre con el miedo a ser delatados por su pasado republicano. El dibujante recalcaba recientemente a este diario en una entrevista “la importancia de recuperar los testimonios de la gente que vivió la guerra para que queden en la memoria histórica”. 

Por su parte, Javi Rey, que ha venido trabajando en el mercado francobelga ('¡Adelante!', con Frank Giroud y 'Un maillot pour l’Algérie', con guion de Galic), quiso respetar el espíritu de la celebrada novela de Jesús Carrasco (uno de los libros del año del 2013) pero le imprimió su sello de autor. En 'Intemperie' recreó el escenario hostil, desértico e inhóspito de un violento rincón rural de la España profunda, que sonaba a la posguerra, donde un niño huye, y construyó una inquietante atmósfera en la que el lector irá descubriendo de qué, o quién, se esconde. El premio a Autor revelación, que patrocina la Fundación Divina Pastora, está dotado con 3.000 euros.    

El premio a Mejor fancín fue para ‘Paranoidland’ y la votación popular reconoció ‘Fantasy West’, de Carlos Díaz Correia y Jacobo Márquez, obra autoeditada gracias a ‘crowfunding’.