20ª edición de los premios de las artes escénicas

Los Premios Max distinguen la creatividad femenina

La directora Carme Portaceli triunfa con 'Només són dones' en una gala con otros dos ganadores, 'Caída del cielo' y 'Oskara'

Carme Portaceli con el galardón a la mejor dirección de escena, anoche, en el Palau de les Arts de València.

Carme Portaceli con el galardón a la mejor dirección de escena, anoche, en el Palau de les Arts de València.

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Los Premios Max alcanzaron anoche su 20ª edición coincidiendo con el nacimiento de Federico García Lorca. Artistas de teatro, danza, música y circo y autoridades llenaron el Palau de les Arts de València y celebraron que la escena sigue viva en una ceremonia con aroma a fiesta mediterránea y valenciana dirigida por Joan Font, de Comediants. La Banda Sinfónica de Mujeres del 8 de marzo dio una pista de por dónde irían los tiros nada más comenzar la gala. La calle, sería uno de los protagonistas de la noche junto con las mujeres.

Carme Portaceli, fue una de las grandes triunfadoras de la noche con el premio al Mejor espectáculo teatral y Mejor dirección por Només són dones, un montaje interdisciplinar cien por cien femenino sobre las mujeres que murieron luchando por la libertad tras la guerra civil. Y precisó que dedicaba el premio «a Tomasa Cuevas y a tantas mujeres que lucharon por la libertad de nuestro país que, como es habitual han sido olvidadas y sometidas a no tener visibilidad. Incluso hoy no la tienen en libros, museos...»

En danza también triunfó una mujer, Rocío Molina, atrevida coreógrafa y bailarina flamenca que recogió su premio a Mejor intérprete de danza femenina y Mejor coreografía y Mejor iluminación por Caída del cielo vestida con los colores del Málaga, su tierra. Ella hasta bailó para celebrar el éxito. Oskara, un espectáculo sobre la identidad y la tradición protagonizado solo por hombres de la compañía vasca Kukai Dantza con coreografía de Marcos Morau (La Veronal) partía como favorita con siete candidaturas y consiguió las de mejor elenco, mejor espectáculo de danza y mejor vestuario. Se llevó tantas manzanas enmascaradas como Molina. Gran triunfo para la danza en estos Max.

NÚRIA MENCÍA, MEJOR ACTRIZ

Núria Mencía se llevó el premio femenino como intérprete principal por su papel en La respiración, de Alfredo Sanzol, quien se alzó con el premio a la mejor autoría con este texto. Ángel Ruiz, agradeció el galardón como mejor actor por Miguel de Molina al desnudo. 'El laberinto mágico', adaptación de las novelas de Max Aub por el Centro Dramático Nacional transformó sus dos nominaciones en premio: Mejor actor de reparto y Mejor adaptación.

Los galardones de la Fundación SGAE, presentada por la actriz y cómica Ana Morgade, puso el acento en la autoría, especialmente la femenina, un tema que siempre ha preocupado a la realizadora Inés París, la primera presidenta de la SGAE como dejó claro en su aplaudido discurso. Hizo un balance agridulce de la situación de las artes escénicas y advirtió: «No cambiará la lacra de la violencia hacia las mujeres mientras no cambiemos los contenidos de nuestro teatro y cine».

Mulïer, poético espectáculo sobre zancos interpretado por actrices-bailarinas de la valenciana Maduixa Teatre estrenó el Max al Mejor espectáculo de calle -se entregó por primera vez- y también el de Mejor composición musical.

InTarsi, de la compañía de circo catalana eia se llevó el premio a Mejor espectáculo revelación momento que Fabrizzio Giannini aprovechó para reclamar un galardón propio para esta disciplina.

A sus 83 años Salvador Távora agradeció emocionado su Max de Honor. El público ovacionó al fundador de La Cuadra de Sevilla, autor de piezas como Picasso andaluz,  quien a su 83 años recordó: «El teatro es cultura, que es desafío y libertad»