FESTIVAL DE MÁLAGA

Cine español: poderío femenino

La productora María Luisa Gutiérrez, que lleva en la industria del cine desde su época universitaria y que es la actual socia de Santiago Segura, estrena este año ocho películas

La productora de cine María Luisa Gutiérrez, en el festival de Málaga.

La productora de cine María Luisa Gutiérrez, en el festival de Málaga.

Olga Pereda

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En las paredes de la universidad Complutense de Madrid, María Luisa Gutiérrez (Yunquera de Henares, Guadalajara, 1973) observó un cartel de Marea Films que decía: “Si te gusta el cine y la contabilidad, mándanos tu currículo”. Gutiérrez, que estudiaba Empresariales, mandó su solicitud. Ese fue el inicio de su carrera como productora, una profesión mucho más difícil de lo que suponía. En la casi mítica 'Airbag' -su segunda incursión en cine- trabajó jornadas de 24 horas para sacar adelante una película cuyo rodaje se paró tres veces y tuvo más de diez directores de arte. Actual socia de Santiago Segura, su nombre está detrás de la saga Torrente, personaje al que defiende a capa y espada en mitad de la actual ola de corrección política. Este año, Gutiérrez estrenará ocho películas. Ocho. “Si fuera un hombre supongo que habría salido en los medios de comunicación”, sonríe la productora en el festival de Málaga, donde presenta 'No dormirás', filme de terror encabezado por Belén Rueda; y 'Jefe', deliciosa y deslenguada disección de un ejecutivo miserable al que interpreta, con absoluta genialidad, Luis Callejo.

El currículo de Gutiérrez -responsable de la productora Bowfinger- confirma el poderío femenino que el cine español destila en el terreno de la producción. Su nombre se suma al de otras muchas, como Beatriz Bodegas ('Tarde para la ira'), Mercedes Gamero (Atresmedia), Belén Atienza (J. A. Bayona), Mariela Besuiesvky (Tornasol) y Esther García (Pedro Almódovar). Acostumbrada a sentarse y negociar presupuestos con muchos hombres directivos, Gutiérrez afirma que la industria del cine empieza a acusar una tendencia positiva para dejar cada vez más espacio a las mujeres. Ella es, por ejemplo, la productora de 'Ola de crímenes', la primera película de Telecinco Cinema que está dirigida por una mujer, Gracia Querejeta, y que se estrenará en breve. Gutiérrez también tiene entre manos 'Qué te juegas', debut en la dirección de Inés de León con Leticia Dolera y Amaia Salamanca en el reparto.

Trabajar y sufrir

La productora ama el cine y destaca el punto pasional que tiene su trabajo. Eso sí, desmitifica la figura del productor hinchado a millones que fuma puros sin parar en su despacho. “Me paso noches enteras sin dormir mandando correos electrónicos para que compren las películas que produzco. Me paso el día colgada al teléfono. Trabajo sin parar. Hago lo que haga falta para financiar mis trabajos. Y, muchas veces, sufro”, admite Gutiérrez, madre de tres hijos, con una sonrisa y sin ánimo de queja. “El cine es un negocio, sí. Pero, casi siempre, un negocio de riesgo”, sentencia tras dejar claro que cuando hay una televisión detrás, ya sea Telecinco o Atresmedia, todo es más fácil. Suspira cuando menciona 'Jefe', una película humilde en presupuesto y realizada “a pulmón” que merecería toda la suerte del mundo en taquilla. “La promoción es fundamental. Tienes que tener mucho dinero para decirle a la gente que ahí está tu película. En este caso, el presupuesto es pequeño, así que lo vamos a tener muy complicado”. Con Juana Acosta y Luis Callejo como brillantes protagonistas, la comedia se estrenará en julio de la mano de la distribuidora indie Super 8.

Defensa de Torrente

Gutiérrez es muy crítica con la actual ola de corrección política. Deja claro que Torrente (ella está detrás de toda la saga, desde la segunda entrega hasta la quinta) es un personaje machista. Pero recuerda que es ficción. “Creo que es sano reírse del machismo, el racismo y demás plagas de esta sociedad. Y eso es lo que hacen las películas de Santiago Segura”, advierte.

La productora de filmes como 'Nieve negra' o 'Sin rodeos' -que pone el acento en las coproducciones con otros países, especialmente Argentina- asegura que, poco a poco, el público se está reconciliando con el cine español desde que los políticos lo comenzaran a usar como arma tras la gala de los Goya del 'No a la guerra' (2003). “Crearon la imagen de que todos vivimos del cuento y de las subvenciones”, critica al mismo tiempo que pide al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que apoye el cine español, como lo haría con las naranjas o los tomates españoles. “Somos una industria más. No estuvo acertado al decir que no ve películas españolas”, concluye.