El Picasso retratista llega a la National Portrait Gallery de Londres

La exposición, en colaboración con el Museu Picasso de Barcelona, reúne 80 retratos del artista

Diana Wildmaier Picasso, nieta de Pablo Picasso, posa junto al retrato de su abuela, 'Maya con traje de marinero', en la National Portrait Gallery de Londres.

Diana Wildmaier Picasso, nieta de Pablo Picasso, posa junto al retrato de su abuela, 'Maya con traje de marinero', en la National Portrait Gallery de Londres. / WILL OLIVER / EFE

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Familia, amigos, amantes. Durante su larga y prolífica vida, Pablo Picasso fue retratando a quienes le rodeaban. A veces lo hizo con delicadeza, otras con humor, o trascribiendo la composición  de algún gran maestro clásico. También se pintó a sí mismo en varias ocasiones, adolescente, hombre ya maduro y finalmente al borde de la muerte. Desde finales del siglo XIX hasta principios de los años 70 esas obras fueron una especie de diario de su existencia. Un ejemplo también de la ruptura de estilos y la innovación constante en su excepcional carrera.

La National Portrait Gallery, en colaboración con el Museu Picasso de Barcelona, inaugura este jueves, una exposición con más de 80 retratos del artista. Entre ellos hay obras maestras bien conocidas, pero también trabajos que se muestran por primera vez en el Reino Unido. En ese último caso se encuentra el del marchante alemán, Daniel-Henry Khanweiler, un lienzo de la época cubista, que habitualmente se halla en el Art Institute de Chicago.

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”Hemos tratado de conseguir la mayor variedad posible de sus obras”, explica Elizabeth Cowling, comisaria de la exposición, que agradece la gran ayuda del museo barcelonés, en donde recalará la muestra a partir del 16 de marzo del 2017, a la familia Picasso y a numerosas instituciones y particulares que han cedido sus obras. Picasso no era un retratista profesional, pero “conocía la importancia que le dieron al retrato artistas como El Greco, Velazquez o Goya”, explica Cowling. También resalta, “el papel fundamental de las caricaturas en sus retratos”. Picasso comenzó a hacer caricaturas cuando tenía nueve años y “la influencia es observable en la expresividad, la exageración y deformación de los rasgos” de quienes pintó después. Amigos y artistas como Guillaume Apollinaire, Jean Cocteau, Igor Stravinsky, Santiago Rusiñol o Jaume Sabartés, el asiduo de Els Quatre Gats, al que dibujó como “el poeta decadente”.   

AUTORRETRATOS

La muestra arranca con una selección de autorretratos, entre los que se encuentra el primero que realizó, cuando asistía a la Escuela de Bellas Artes de Barcelona en 1896. Una obra academicista aún, en un periodo en el que a menudo dibujaba a sus padres. También hay amplio espacio dedicado a las relaciones amorosas, con retratos de las mujeres que pasaron por su vida: Fernande Olivier, Olga Picasso, Marie-Thérèse Walter, Dora Maar, Lee Miller, Françoise Gilot y Jacqueline Picasso. Hay pinturas de sus hijos, e incluso unas filmaciones caseras en las que aparece como un padre cariñoso y lleno de afecto.

“Es una exposición muy bien montada porque es cronológica y temática a la vez. Permite ver la evolución de la obra de Picasso. Mezcla géneros diferentes. Obras maestras, pero también en papel, inéditas y muchas caricaturas”, comenta a EL PERIÓDICO, Emmanuel Guigon, director del Museu Picasso de Barcelona. “Cada exposición debe ser única y esta lo es”, añade Guigon, que planea para el futuro exposiciones “temáticas totalmente inéditas”, como 'Picasso en el teatro' o 'Picasso en la cocina'. Entre las manos tiene también una colaboración con el Museo Picasso de París, sobre la amistad del pintor con el poeta Paul Eluard. “Eluard era un gran coleccionista de Picasso y su mejor amigo entre 1924 y 1952. Creo que la única foto en la que se ve a Picasso llorar es en el entierro de Paul Eluard”.