Michael Cimino, la cara y la cruz de Hollywood

Triunfó con 'El cazador' y arruinó a un gran estudio con 'La puerta del cielo'

Cimino, en el 2012.

Cimino, en el 2012. / AP/DOMENICO STINELLIS

QUIM CASAS / BARCELONA

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En agosto del pasado año, en el Festival de Locarno, Michael Cimino recibía el Leopardo de Oro en homenaje a toda su trayectoria. Tenía entonces 76 años, pero las posibilidades de que pudiera realizar alguna otra película eran remotas. Locarno, un certamen de 'autor', reconocía con su premio especial los méritos de un cineasta estadounidense que solo se sintió cómodo en Hollywood en los inicios de su carrera, y que ilustra la lucha (perdida de antemano) del cineasta personal frente al ecosistema de Hollywood.

 Unos meses después, a finales de 2015, la firma La Aventura publicaba en Blu-ray y DVD una edición restaurada y completa de 'La puerta del cielo' (1980), la obra magna de Cimino, cierto, pero también el filme con el que empezó a tener sus problemas con la industria. La edición se agotó en apenas unos días: el director y este memorable western sobre la lucha de clases siguen gozando de un importante papel en la historia cinematográfica de las últimas cuatro décadas.

El último trabajo de Cimino fue uno de los episodios de 'Chacun son cinéma' (2007), película colectiva realizada para celebrar el 60 aniversario del festival de Cannes. Precisamente Thierry Frémaux, el director artístico del certamen francés, anunció la noche del sábado en su cuenta de Twitter el fallecimiento del cineasta.

Ya por aquel entonces, en 2007, se hablaba más de Cimino por su hipotético cambio de sexo o su nueva imagen, retocado y maquillado, que de su obra, violenta, febril e inimitable. Sin embargo, pocos revuelos más poderosos acontecieron en el cine de finales de los 70 que la aparición de 'El cazador' (1978) y 'La puerta del cielo'. Cimino triunfó con la primera, pese a la controversia: tras su proyección en el festival de Berlín de 1979, los países socialistas retiraron sus películas del certamen en protesta por lo que ellos consideraban una visión reaccionaria del conflicto de Vietnam.

EL ÉXITO DE 'EL CAZADOR'

El público, sin embargo, llenó las salas para ver este apocalíptico descenso a los infiernos de la guerra de Vietnam por parte de un grupo de idealistas amigos que se alistan en el ejército. Las escenas en las que uno de los protagonistas, Christopher Walken, participa en Saigón en el temerario juego de la ruleta rusa -una bala en el tambor de la pistola y seis posibilidades de volarte la cabeza en una apuesta escalofriante-, certificaron, antes de la aparición de 'Apocalypse Now' de Francis Ford Coppola, el fin de la inocencia colectiva en cuanto a la contienda vietnamita.

Los premios cayeron por si solos: cinco Oscar -película, director, actor secundario (Walken), sonido y montaje- y un Globo de Oro al mejor director. El filme costó 15 millones de dólares y triplicó los beneficios, todo lo contrario de 'La puerta del cielo', que partía con un presupuesto de 11 millones y medio y terminó costando 44. La película nunca recuperó tamaña inversión y United Artists quedó arruinada.

Pero antes de todo esto, antes de convertirse en la cara y la cruz de Hollywood, Cimino se ganó prestigio como guionista con 'Naves silenciosas' (1972), un relato de ciencia ficción ecológica, y 'Harry el fuerte' (1972), la segunda entrega de las andanzas de Harry Callahan. Precisamente fue Clint Eastwood, el inspector Harry, quien le dio la posibilidad de dirigir su primera película, 'Un botín de 500.000 dólares' (1974). Eastwood siempre ha tenido fama de ajustarse a los planes de rodaje. Cimino se propuso competir con él y lo consiguió: “Terminamos la película cuatro días antes de lo previsto, y el último día llegamos a rodar 56 tomas”, recordaba en 1990.

Tras el fracaso de 'La puerta del cielo', Cimino aún pudo realizar filmes de cierta envergadura como 'Manhattan Sur' (1985) y '37 horas desesperadas' (1990), con Mickey Rourke, y 'El siciliano' (1987), adaptación de una novela de Mario Puzo sobre el bandido Salvatore Giuliano. Proyectos no le faltaban, ya que tenía en mente un remake de 'El manantial', un filme sobre Michael Collins (fundador del IRA) y la reactivación de un western de Sergio Leone. Pero solo pudo rodar en 1996 'Sunchaser', una alucinante 'road movie' con Woody Harrelson. Después, el ostracismo y algún aislado homenaje. Cimino pagó de por vida el fracaso de 'La puerta del cielo', hoy considerada una obra de culto.