ENTREVISTA

Paula Ortiz: «La industria del cine es más salvaje con las mujeres»

Licenciada en Filología hispánica, es profesora de guion y metanarrativa, entre otras asignaturas, en la Universitat de Barcelona. Ha dirigido la película con más nominaciones a los premios Goya, 'La novia', filme radical y lorquiano con el que no espera ganar dinero. Lectora compulsiva desde pequeña, ha realizado hasta ahora dos largometrajes, pero se gana la vida como profesora de cine.

OLGA PEREDA

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Pide perdón por los cinco minutos de retraso con lo que llega a la entrevista. Está acatarrada y eso le preocupa. No puede tomar medicinas. "Estoy embarazada", anuncia con una espectacular sonrisa mientras se aprieta la blusa y deja ver su barriguita. Las hormonas y el bebé, que nacerá en mayo, hacen que Paula Ortiz lo relativice todo. Incluso las 12 nominaciones a los premios Goya que ha conquistado su segunda película, 'La novia', una particular, extrema y arrebatadora visión de 'Bodas de sangre', de Lorca.

Nada más saber las nominaciones, Asier Etxeandia [uno de los protagonistas] llamó a su padre. ¿Y usted? Les dejé una nota de voz a mis padres.

¿Qué les dijo? Que les quería. Mis padres han sido profesores de Lengua y Literatura y me han regalado tantos libros, tantos versos, tantas historias. Todo esto tiene mucho que ver con que haya hecho una película de Lorca.

Sus padres le leían a Lorca desde pequeña. No me lo leían. Nunca me obligaron a leer nada. Ni a mi hermano tampoco. Ellos pensaban que a las cosas tenías que llegar tú.

¿Y cómo llegó usted a él? Por azar. En casa había un libro de Lorca para niños. Vivíamos en un pueblo donde destinaron a mis padres y, en una de las habitaciones, había un póster de Lorca y otro de Miguel Hernández. Yo estudié Filología hispánica. Somos una familia media, humilde, pero mis padres me dieron la confianza del libre pensamiento. Y eso es importante para el cine, para escribir, para poder crear.

¿Era la rarita de clase? No especialmente, pero se lo tendrías que preguntar a mis compañeros [risas]. A mí me gustaba leer, sí. Era muy activa. Me gustaba también dibujar y hacer teatro.

Ahora los chavales no leen. Son más de pantallas. Hay de todo, pero tienes razón. Aunque la pantalla también puede ser un libro, ¿eh? Yo leía mucho y he sido muy feliz leyendo. Era feliz en los cuentos, en las novelas. También en las películas, aunque el cine lo descubrí más tarde.

¿Por qué Lorca sigue vigente? Su biografía, y su muerte, fue muy simbólica y ha tapado lo que él fue, su actitud creativa. Su manera de retratar las pasiones simboliza nuestra identidad. Si 'La novia' fuera una película de EEUU acabaría cuando ellos mueren. Pero Lorca plantea un cuarto acto donde las mujeres hablan de las consecuencias del dolor, el deseo, la venganza y la culpa.

Lorca es tan importe para usted, ¿por qué 'La novia' no fue su primer filme? Porque era muy arriesgado.

'De tu ventana a la mía' también era arriesgada. Sí, pero inicialmente la construimos a partir de tres cortos con tres mujeres en tres períodos históricos. Cuando escribí el guion estaba en Nueva York, cursando una beca. El profesor que me ayudaba con la tesis, que era guionista, me decía que tenía que escribir un guion. Nunca hasta entonces me lo había planteado. Él me dijo: "Hazlo, a ver qué pasa". Le contesté que no tenía nada, pero me insistió en que algo tendría yo que nadie más tuviera. 'De tu ventana a la mía' nació de ese consejo. Algunas de las mujeres que aparecen en la película son mujeres que, indirectamente, están en mi familia.

El productor de 'La novia', Alex Lafuente, es la primera vez que produce una película. Nos conocimos en Los Ángeles, donde yo viví durante la segunda parte de mi beca. Me preguntó qué quería hacer y le dije que Lorca. Él lo vio y dijo que lo sacaríamos adelante. También hemos contado con un productor turco y, a raíz de este, con productores alemanes.

'La novia' tine muchos defensores. Ahí están sus nueve nominaciones a los premios Feroz, de la Asociación de Informadores de Cine. Pero hay críticos que la tachan de relamida y esteticista. Lo sé. Lo sabía de antemano. El planteamiento para vivir esa tragedia se puede hacer desde muchos lugares. Nuestra opción fue reconstruirlo en una experiencia cinematográfica muy extrema estéticamente. Todos los lenguajes están usados de manera extrema: el paisaje, la palabra, la emoción, la música. ¿Qué pasa? Que entras o no entras. Cuando leo estas críticas, las entiendo. No me molestan. A mí me ha pasado con otras películas. Hay críticas que te duelen porque crees que no han entendido el filme. No es el caso.

¿Se siente la niña mimada del cine español?

-Para nada. Me ha costado mucho todo esto. Lo que pasa es que por ser mujer o por tener una edad o por expresarte de una determinada manera puedo proyectar esa sensación. Pero, ostras, voy a cumplir 37 años. Llevo 15 en esto, aunque nunca he vivido del cine. He luchado por el cine paralelamente a otros trabajos. Yo vivo de la docencia. Antes daba clases en la Universidad de Zaragoza y ahora, en la de Barcelona.

¿Con 'La novia' no espera ganar dinero? No. 'De tu ventana a la mía' tampoco me lo dio.

Pero los actores y el equipo técnico sí han cobrado. Sí.

Es que uno trabaja para comer, ¿no? Ya, pero en mi caso hay algo muy pasional de creer que los relatos son lo que construye el mundo. Me apasiona. Ya estoy hablando con un compañero para enfrentarnos al siguiente proyecto. Nos puede el convencimiento de que merece la pena. Y eso que son ya muchos años, mucha inversión y mucha renuncia.

¿A qué ha renunciado? Mi trabajo como directora de cine me ha exigido renuncias personales, laborales y físicas. No he tenido vacaciones en muchos años. Ni siquiera fines de semana. Hay pocos recursos y esta industria exige un compromiso muy fuerte. Y renuncias enormes. Con la maternidad, por ejemplo. La he ido retrasando hasta que llega un momento en el que me he dicho «se acabó». También tengo que vivir.

El bebé sí que va a ser una buena película. La gran película (risas).

¿Tiene ya nombre? Todavía no. Tengo tiempo.

Cuando nazca, ¿le pondrá esos casetes con cuentos, como hacían sus padres con usted y su hermano? ¡Esos casetes! Teníamos muchísimos. Los debo de tener guardados por algún sitio. Había unos que me trajo mi padre del Ministerio de Educación, que contrató actores para grabar cuentos populares españoles para que no se perdieran. Qué gran serie hay ahí. No sé cuántas horas los he podido escuchar. Por supuesto que se los pondré a mi hijo. Habitar la vida con cuentos y canciones es ensanchar el mundo.

Y ahora que va a ser madre, ¿le preocupa la educación de las nuevas generaciones? Sí, pero, al estar rodeada de alumnos que rondan los 20 años, es algo que me he planteado desde hace mucho tiempo. Nuestros jóvenes lo tienen todo aquí y ahora. El reto no es dar información. Es generar un discurso crítico, un pensamiento libre. Tenemos que construir discursos coherentes, solidarios y culturales.

De las cuatro películas que optan al Goya, dos están dirigidas por mujeres. La suya y 'Nadie quiere la noche', de Isabel Coixet. Esta paridad ¿es un espejismo? Espero que no. Afortunadamente, se ha conseguido una igualdad de oportunidades a la hora de acceder a la formación. Pero el mercado y la industria es salvaje con todo el mundo en general. Y, en particular, con las mujeres. No ha habido una superproducción en España dirigida por mujeres.

Bueno, siempre nos quedará Icíar Bollaín ('También la lluvia'). Sí, y Coixet. Y Gracia Querejeta. Ellas han abierto brecha, pero me gustaría que la siguiente entrega de Star Wars la dirigiera una mujer. La gente se ríe cuando lo digo.

Kathryn Bigelow se llevó el Oscar con 'En tierra hostil'Sí, claro, pero no dejó de ser una rareza.

¿Le molesta la etiqueta de "cine para mujeres"? Cuando es reduccionista y lo convierte en un género, sí.

Perdón por la frivolidad, pero ¿tiene ya preparado modelo para la noche de los Goya? Todavía no. A ver qué me entra porque la tripa va a ir en aumento. En otra ocasión lo estaría preparando como si fuera mi boda, pero ahora... Lo relativizo todo. Algo encontraré.