Paco Ibáñez: "Yo apuesto por Francia"

El cantautor despide su gira 'Vivencias' en Barcelona con un recital el miércoles en el Palau, dentro del Festival del Mil·lenni

Paco Ibáñez, fotografiado el sábado 14 de noviembre en su casa de Barcelona.

Paco Ibáñez, fotografiado el sábado 14 de noviembre en su casa de Barcelona. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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La gira ‘Vivencias’, que comenzó a andar hace un año, con motivo del 80º aniversario del cantautor, se despide del público barcelonés el miércoles en el Palau (21.00 horas), dentro del Festival del Mil·lenni. Paco Ibáñez recibe a este diario en su casa, afectado por los dramáticos hechos del viernes en París, ciudad que le acogió durante tantos años y con la que mantiene vivos muchos afectos. “El horror existe, cada día es más palpable”, afirma.

-Ha actuado hace poco en París y conoce la mentalidad francesa. ¿Cómo ve su estado de ánimo?

-Tengas la mentalidad que tengas, cuando ocurre algo así, ¿qué haces? El mundo tiene que combatir a ese demonio y la solución está en crear los países unidos, no los ‘estados unidos’. Los inmigrantes, en Francia, se han integrado, pero los está desintegrando esa minoría de fanáticos. No hay que caer en el “todos los árabes…”, no, son los fanáticos.

-¿Y Francia aguantará?

-Hay un deterioro cultural: el boulevard Saint-Germain se ha llenado de tiendas de ropa, con ese interés en aparentar. Pero Francia sigue siendo Francia, aunque se haya oscurecido. Un país bandera en cultura, solidaridad, proyección individual y colectiva. Yo apuesto por Francia.

"Los inmigrantes, en Francia, se han integrado, pero los está desintegrando esa minoría de fanáticos. No hay que caer en el “todos los árabes…”, no, son los fanáticos"

-Su gira ‘Vivencias’ va unida a un programa educativo a partir de sus canciones. ¿Le mueve la divulgación de la literatura?

-Sí, ese es un gran premio para mí, un premio que, a diferencia de los otros, sí que acepto. Si a los niños les dicen que van a estudiar con canciones de Paco Ibáñez dicen “¡qué tostonazo!”, pero luego se encuentran con ‘Don Dinero’ y descubren un mundo.

-La canción sigue siendo un medio poderoso.

-Sí, eso es gracias a la canción. ¿Cuántos jóvenes se han desviado de un camino porque malos maestros no han sabido seducirles? Hay un arte en despertar esa sensibilidad, en hacer ver qué hay detrás de un poema.

-Este año ha actuado en Andalucía, Murcia, Galicia, Andalucía… Su campo de acción se ha ampliado desde que hay menos ayuntamientos del Partido Popular.

-Hay menos, ¡pero siempre habrá demasiados! Pero ahora ya podemos comenzar a decir que sí a muchas propuestas.

-Mantiene el veto a los municipios del PP.

-Sí, jamás me verá ahí, y si me ve es que me han engañado o porque me he despistado.

-¿Nota que se respira otro ambiente?

-Ya le diré después de las próximas elecciones. Andamos bastante a oscuras todavía. Ya veremos. Yo encantado, tomo la guitarra y a cantar, que es lo mío.

"Jamás me verá actuando en un municipio con ayuntamientos del Partido Popular. Y si me ve es que me han engañado o porque me he despistado"

-Aunque en otros tiempos usted también acabó siendo bastante crítico con los socialistas.

-Hombre, bastante no, ¡totalmente! A lo mejor son los menos peores, se pueden aceptar aunque con pinzas, pero no van muy lejos: son manejables, se adaptan a todas las situaciones. Y con Podemos tampoco tengo mucha confianza. Y Ciudadanos…, bueno, ¿cuándo nos vamos de aquí?

-No actúa en Madrid desde el 2002. ¿Se abre ahora la posibilidad que vaya allí a cantar?

-Sí, creo que será en febrero, con un espectáculo nuevo. Madrid siempre me ha recibido muy bien, y me cae bien el madrileño castizo. Qué suplicio ha sido lo de la Botella esa, que no había quien se bebiera lo que había dentro…

-Los retiros a lo Lluís Llach no van con usted.

-Yo seguiré cantando hasta después de muerto. No entiendo eso de que un artista se jubile. Es muy raro, ¿no? Podría pasar que no tuviera ganas de cantar, pero resulta que no, que siempre tengo ganas.

"Madrid siempre me ha recibido muy bien, y me cae bien el madrileño castizo. Qué suplicio ha sido lo de la Botella esa, que no había quien se bebiera lo que había dentro…"

-En los recitales se lo toma con calma: dos partes, un par de horas…

-Se alargan, sí, porque la gente te va pidiendo. Igual no has cantado aquella que alguien ha venido a escuchar y te la pide, y yo me dejo llevar. Aunque antes de salir a escena siempre hay una tensión, ¿eh? Hasta que se oye la voz de José Agustín Goytisolo, “En tiempos de ignominia…”

-Actúa en el Palau, donde debutó tarde, en 1991.

-Sí, entonces fueron cinco noches. Cantar en el Palau es otro premio. Esa belleza, es una maravilla. Es salir y abrir la boca, no hace falta ni que cantes.

-Actuará en una Catalunya que no tiene nuevo gobierno.

-Sigo el tema, sí. Se están arrastrando con esa idea de que la independencia tiene que ser la mitad más uno. No, la independencia tiene que tener más solidez, una mayoría aplastante. Y Artur Mas, queriendo ser el Napoleón del asunto. Usted sabe que yo estoy siempre con los catalanes, pero esto está hecho con trampa. ¿Por qué tiene que caer Mas en esa provocación que hace el juego al asqueroso de Rajoy?

"Sigo el tema catalán. Se están arrastrando con esa idea de que la independencia tiene que ser la mitad más uno. No, la independencia tiene que tener más solidez, una mayoría aplastante"

-¿Cuál debería ser el camino, entonces?

-Encontrar a alguien capaz de alcanzar un porcentaje más alto de apoyo, que justifique una independencia. Yo canté en el Camp Nou por la libertad de elegir, y sigo ahí, ¿eh? La libertad es sagrada, pero no con trampitas y zancadillas, ni colocando una mitad de Catalunya contra la otra mitad. Un referéndum sí, claro, eso sí, ahí juegas limpio. Y la teoría del chino.

-¿En qué consiste?

-El chino cogió un pico y se puso a hacer un túnel para atravesar una montaña. “Así no vas a acabar nunca”, le dijeron. “Sí, pero vendrá mi hijo y seguirá cavando, y luego el suyo…” Pues eso, hay que tener paciencia y espíritu chino: convertir el 51% en un 55%, y en un 70%. Si no, es pisar en falso.