y cierre

Paciencia, por favor

Pepa Bueno, presentadora del 'Telediario' de la noche de TVE.

Pepa Bueno, presentadora del 'Telediario' de la noche de TVE.

OLGA Pereda

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¿Se acuerdan de las cámaras de foto convencionales? Esas en las que había que esperar a gastar toda la película, llevar el carrete a la tienda, esperar unos días para, finalmente, ver las fotos en tus manos. Si teníamos 50 imágenes, nos dábamos con un canto en los dientes si había cinco decentes. Comparen eso con la situación actual: hago una foto, me veo, no me gusto, la borro y hago otra. Tiempo estimado: medio segundo.

Este es el ejemplo que Pedro García Aguado(elHermano mayor de Cuatro) suele poner para explicar que los chavales de ahora carecen de paciencia. Es la generación del aquí y el ahora. Sin embargo, las prisas no son un mal único de la juventud actual, sino de toda la sociedad. Y el periodismo lo está sufriendo cada día. La periodistaPepa Buenohablaba el pasado domingo en RNE de su adicción a las noticias. Es adicta a su iPhone, un aparato al que accedes al mundo después de apretar un botón. Pero la presentadora delTelediariode las 21.00 de TVE-1, como buena periodista, confesó que también es adicta a la radio, ese invento maravilloso que, no nos olvidemos, también nos acerca el mundo con solo apretar un botón. El problema es que nos hemos olvidado de él.

Todos tenemos amigos que nada más abrir un ojo (incluso, antes de abrirlo) encienden su iPhone para ponerse al día. Se creen estupendos. Y probablemente lo sean. Pero ¿somos menos estupendos los que abrimos el ojo y encendemos la radio?Pepa Buenoaseguraba que le palpitaba el corazón (vale, quizá no lo dijo con esas palabras exactas) cuando escuchaba las señales horarias.

Cada hora la radio nos pone al día, nos cuenta lo que está pasando. Eso sí, hay que esperar una hora. ¿Necesitamos realmente saber lo que pasa en el mundo segundo a segundo? ¿Es vital para la existencia?

Perdonen el momento nostálgico, pero leer la prensa escrita (esa que dice muchas más cosas y más interesantes que laonline), escuchar la radio y comer y cenar con elTelediario(en la televisión no todo es telebasura) son pequeños placeres informativos a los que no deberíamos renunciar nunca. Por más que venga el gigante Apple y nos diga que no somos nadie. Sí que somos. Y somos más. Una nota: el consumo de radio ha aumentado en un año. En el 2008, el 53,1% escuchaba la radio. En el 2009, el porcentaje ha pasado al 55,3%, según el anuario de la SGAE. Algo tendrá el invento.