FESTIVAL DE PERALADa

Un 'Otello' de lujo con «perfume de Shakespeare»

Gregory Kunde, Carlos Álvarez y Eva Maria Westbroek, en el gran reparto

Gregory Kunde (derecha) y Eva-Maria Westbroek, en una escena del 'Otello' dirigido por Paco Azorín en Peralada.

Gregory Kunde (derecha) y Eva-Maria Westbroek, en una escena del 'Otello' dirigido por Paco Azorín en Peralada.

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Peralada se prepara para un gran sábado lírico con el estreno de una nueva producción de Otello, de Verdi. El reparto de campanillas está encabezado por el tenor Gregory Kunde (Otello) -un fuera de serie capaz de alternar esta obra con la representación del Otello de Rossini en la Scala de Milán-, el barítono Carlos Álvarez (Yago) y la soprano Eva Maria Westbroek (Desdémona). La orquesta y coro del Liceu estarán a las órdenes de Ricardo Frizza.

Todos han entrado en el juego escénico propuesto por Paco Azorín, que debuta en Peralada. El director y escenógrafo fue responsable del Festival Shakespeare y conoce a fondo la obra teatral del bardo en la que se inspira el libreto de Arrigo Boito. Su intención es ser fiel al original y añadir detalles para dotar de más profundidad psicológica a los personajes.

Un hombre en declive

«He puesto más perfume de Shakespeare», comenta en relación a esta pieza adaptada. Azorín, por ejemplo, recupera esa escena al principio de la obra, donde queda patente que la unión entre Otello y Desdémona no es bien vista por el padre de ella debido a la diferencia de edad, de clase y de piel entre ambos. «Otello es mucho mayor que ella, es negro y no tiene el estatus de su joven esposa, de ahí sus miedos», comenta Azorín. Yago utilizará esas debilidades para infundir en Otello el veneno de los celos. «Otello es un hombre en declive. Esa idea está subrayada en la escenografía a partir de unos muros en forma descendente que son movidos por los esbirros de Yago», añade.

Los celos

«Otello es un hombre obsesionado con los celos», dice Kunde, uno de los pocos cantantes capaces de adaptarse tanto a tesituras líricas y dramáticas, que debutó en el rol verdiano en el 2012. Está encantado de debutar en Peralada, donde a parte de trabajar, espera disfrutar del golf y del concierto de Earth, Wind & Fire, de los que es fan. «Antes de dedicarme a la ópera, en mi juventud, tuve un grupo que imitaba a Chicago», recuerda. Kunde, como el resto del reparto, está encantado con este Otello. «Me gusta que Azorín, uno de los directores más preparados con los que he trabajado, muestra el cambio que se produce en él. Su evolución de hombre bueno a malvado, por culpa de Yago».

Generosa Desdémona

Álvarez, que ya ha trabajado en tres producciones de Otello con Kunde, también elogia a Azorín. «Comparto su idea de Yago como catalizador, como deus ex machina que provoca situaciones y se convierte en director de escena de todo lo que pasa», explica el barítono, encantado de volver a Peralada, donde el año pasado triunfó con Andrea Chénier, de Giordano, y el anterior con Don Giovanni, de Mozart. «El juego que propone Azorín me ha obligado no solo a estar atento a mi personaje sino también a todo lo que está a mi alrededor». En contraste con el maquiavélico Yago brilla en el montaje la enorme generosidad de Desdémona, «una persona que nunca podrá entender a Yago», defiende Ana Maria Westbroek. «Es una mujer que lucha desde el amor y que sufre como tantas mujeres en el mundo», dice en referencia a quienes acaban muriendo asesinadas por sus parejas.

Proyecciones

La puesta en escena es atemporal. Azorín recurre al agua como elemento real y simbólico. La primera escena transcurre en el mar, que al final de cada acto la invade a través de proyecciones.

A diferencia del primer Otello que programó Peralada en 1991, con una producción del Covent Garden de Londres protagonizada por Plácido Domingo y con Gregory Gergiev en la dirección musical, esta vez todos los decorados y escenografía se han hecho en los talleres del Empordà. «Esta ópera se ha construido en el Empordà pero se verá en otros lugares», destacó Oriol Aguilà tras anunciar que el Festival de ópera de Macerata (Italia) se unía a ellos como coproductor. Entre las producciones made in Peralada de más éxito destaca la versión de Carmen, con puesta en escena de Calixto Bieito. Diez años después de estrenarse allí se montó en el Liceu y ha viajado a numerosos coliseos, entre ellos el Covent Garden, que recientemente la retransmitió mundialmente a través de salas de cine. Y todo empezó en Peralada.

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