Muere Merle Haggard, "incorregible" leyenda del 'country'

El músico fallece el mismo día en que celebraba su 79 aniversario

Merle Haggard.

Merle Haggard. / periodico

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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El verano pasado, mientras rumiaba una autobiografía que nunca llegaría a ver la luz, Merle Haggard contestó una pregunta del escritor David Ritz sobre si temía la muerte. "A veces la temo y otras me llama como un sueño olvidado o una vieja canción", contaba el legendario músico 'country', que estuvo afectado por un cáncer de pulmón. "No digo que le dé la bienvenida, pero la reconozco como parte de un proceso sagrado. Nacer de la naturaleza, volver a la naturaleza. Quizá sea el título de mi última canción", dijo entonces, meses antes de que una serie de neumonías le obligaran a suspender sus conciertos.

El miércoles, el extenso cancionero que Haggard acumuló en decenas de discos y del que 38 sencillos acabaron en lo más alto de las listas, se cerró sin esa aportación. El mismo día en que celebraba su 79 cumpleaños, el músico que volviendo a las raíces de uno de los más americanos de los géneros ayudó a reinventarlo, fallecía en su rancho en Bakersfield (California). Y con él ha desaparecido un auténtico icono de la americana, un poeta del hombre corriente y un fuera de la ley, como le decía su madre de pequeño, "incorregible". 

No era un adjetivo desencaminado. Nacido en 1937 en la caravana en que sus padres, oakies, habían llegado a California huyendo de la Gran Depresión y el Dust Bowl, Haggard dio desde temprano muestras de ser rebelde. A los 11 años, dos después de que muriera su padre, entraba por primera vez en un reformatorio y el sistema de correccionales juveniles sería a menudo su hogar. Tras un intento de robo, su 21 cumpleaños lo pasaba en una celda de aislamiento en la prisión estatal de San Quintin, la misma cárcel donde unos meses antes había visto, como otros reos, a Johnny Cash.

Aquel concierto le inspiraría casi tanto como su ídolo, Lefty Frizzell, a coger la guitarra y empezar a componer y cantar. Y una vez que lo hizo su biografía empezó a calar en sus canciones y en temas como 'The bottle let me down', 'Mama tried' o 'Sing me back home' permean el alcohol, los trenes, la cárcel, el amor, el trabajo, la carretera, la memoria o la moral.

'Strangers' fue, en 1965, su primer disco. Cuatro años después llegaría 'Okie from Muskogee', la primera de sus canciones que dio el salto a las listas pop y que se convirtió en un himno contra la contracultura hippie y pacifista. Más allá de la política, el patriotismo o el populismo, no obstante, Haggard fue sobre todo el emblema de un estilo, del "sonido Bakersfield" y el outlaw country, que rompía conscientemente con el pulcro y suavizado sonido que en los años 50, 60 y 70 producía Nashville. Y a lo largo de las décadas dejó huella e inspiró incluso a aquellos contra quienes parecían ir algunas de sus letras. Su influencia se siente hasta en los músicos contemporáneos a los que decía no encontrar "ninguna sustancia. No hay nada que puedas silbar y ni siquiera nadie intenta escribir una melodía", lamentaba. "Son como cosas de niños".