OBITUARIO

Muere Yvonne Blake, la artista que vistió a Superman

La reconocida diseñadora de vestuario y presidenta de honor de la Academia del Cine Español fallece a los 78 años tras haber sufrido un ictus en enero

Yvone Blake, en la Academia del Cine Español, en Madrid

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Beatriz Martínez

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La gran figurinista Yvonne Blake (Manchester 1940) ganadora de un Oscar y cuatro Goya, Premio Nacional de Cinematografía en el 2012, ha fallecido a los 78 años tras las complicaciones que le provocaron el ictus cerebral que sufrió el pasado enero mientras se encontraba en el despacho de la Academia de cine ejerciendo sus labores como presidenta, un cargo que ostentó durante dos años tras la renuncia de Antonio Resines en el 2016.

Blake es considerada a nivel internacional como una de las grandes diseñadoras de vestuario de la historia del cine y en su currículo profesional encontramos algunos trabajos inolvidables. Era una auténtica experta en cine de época, donde consiguió alguno de sus mayores logros artísticos, como es el caso de la monumental 'Nicolás y Alejandra' (1971), por la que ganó la estatuilla de Hollywood. "Solo puedo decir que, si no fuera por la Revolución Rusa, no estaría aquí", declaró en ese momento. Y es que nunca estuvo demasiado contenta con esa película e incluso estuvo a punto de no asistir a la ceremonia.

Pero si por algo pasará a la posteridad es por ser la autora de algunos trabajos icónicos dentro de la cultura popular, como la indumentaria hippy de la trasgresora ópera rock 'Jesucristo Superstar' y sobre todo, por trasladar del cómic a la pantalla el traje de Superman que luciría Christopher Reeve en la película de Richard Donner de 1978. En sus anotaciones sobre el diseño de la prenda especificaba los leotardos azules brillantes, la capa roja, las botas de cuero y la totémica S en rojo y oro a juego con el cinturón. Una imagen que quedaría para siempre incrustada en el imaginario colectivo. Siempre ha confesado que su mayor miedo en aquel momento era que un hombre en mallas y calzoncillos no resultara ridículo.

Vistió a estrellas como Audrey Hepburn, Sean Connery, Michael Caine, Marlon Brandon, o Robert De Niro. Y trabajó a las órdenes de directores fundamentales como François Truffaut en la célebre distopía 'Farenheit 451' (1966) o Paul Verhoeven en 'Los señores del acero' (1985).

Blake comenzó su carrera en la mítica casa Bermans, que en aquel momento se encargaba del vestuario de las películas de terror de la factoría Hammer. Su maestra fue Cynthia Tingey, quien le enseñó el oficio, pero su gran prueba de fuego dentro de la profesión le llegaría de la mano del gran fotógrafo de las divas Cecil Beaton, para el que trabajó como asistenta en 'My Fair Lady' (1964). Con 24 años debutó como diseñadora vistiendo a Sofía Loren en 'La Venus de la ira' (1966), y a partir de ese momento su carrera fue meteórica.

En los años 60, cuando proliferaban los rodajes de películas extranjeras en España, Yvonne Blake aterrizó en nuestro país para encargarse del wéstern 'Talento por amor' (1969). Ahí conoció al asistente de dirección Gil Carretero, con el que se casó y tuvo un hijo. Aunque siguió haciendo películas de carácter internacional, comenzaría a tener una relación con nuestro país muy especial, hasta el punto de obtener la nacionalidad española. Aquí estableció fuertes lazos profesionales con directores como Vicente Aranda o Gonzalo Suárez. Con el primero ganó el Goya por 'Carmen' y con el segundo por 'Remando al viento'.

No se le cayeron los anillos por hacer el vestuario de 'Las aventuras de Enrique y Ana' (1981) a pesar de haber realizado pocos años antes trabajos tan exquisitos como 'Robin y Marian' (1976) de Richard Lester.

Defensora de la mujer en el trabajo

Fue una incansable trabajadora hasta el final y acérrima defensora de la mujer en el entorno laboral. Cuando comenzaron a destaparse los casos de abuso sexual gracias al movimiento #MeToo, Yvonne declaró que fue violada a los 24 años por un productor muy importante. Por eso destacó la necesidad de concienciar a la población y de educar en el feminismo para que estar actitudes se erradicaran de la sociedad.  

Cuando se puso al frente de la Academia de Cine abrió varios frentes importantes: que hubiera una total transparencia, que se dinamizara la institución a través de actividades y que se renovara desde dentro y que las nuevas generaciones entraran a formar parte de ella. A pesar de su edad, Yvonne desprendía tanta energía, entusiasmo, dedicación y determinación, que siempre será recordada en su última etapa por su protección hacia aquello que más amaba, el cine.