Màrius Serra reinventa al matemático Ferran Sunyer

El escritor y enigmística Màrius Serra ganó ayer el premio Sant Jordi de novela con Plans de futur, una ficción a partir de la figura  del matemático catalán Ferran Sunyer, fallecido en 1967. Sunyer se convirtió en un científico de prestigio internacional a pesar de tener que luchar contra su disminución física (una tetraplegia) y la marginación por el estamento académico. La Nit de Santa Llúcia, la fiesta literaria de Òmnium Cultural, se celebró anoche en Tarragona: este año en unas circunstancias muy especiales, que llevaron a Serra a dedicar al premio a aquellos que, como Sunyer, en tiempos difíciles «fueron capaces de mantener la calma y seguir escribiendo y hablando en catalán».

El Sant Jordi (dotado con 60.000 euros) se publicará, al igual que el resto de galardones de la Nit de Santa Llúcia, en las semanas previas al 23 de abril. Serra ha construido una ficción (ayer se felicitó por el hecho de que ninguno de los protagonistas tuviesen descendientes vivos que pudiesen afearle que «reinventase su pasado familiar») en torno a la vida privada de Sunyer, en especial las tres mujeres (su madre y dos primas hermanas) que le dedicaron su vida. «En muchas novelas el peso de la documentación y la fidelidad las lastra como artefacto literario», argumentó. Las relaciones entre los protagonistas (y con el pasado, como el retrato que Dalí hizo de una de las dos primas, que mantuvo una relación muy estrecha con el pintor ampurdanés, o la figura del padre desaparecido de ambas) tienen más protagonismo que la discapacidad de Sunyer. «He puesto el foco en quien lleva la silla de ruedas», sostuvo ayer el autor, quien confesó que tras la muerte de su hijo Lluís, a quien dedicó el libro Quiet, detuvo un tiempo la escritura de Plans de futur no solo por el dolor personal sino porque podría parecer que desarrollaba «una especialización en la discapacidad».

CUENTOS / La ganadora del Mercè Rodoreda de cuentos fue la traductora, correctora y escritora Tina Vallès con El parèntesi més llarg, una colección de cuentos en los que la autora mantiene el tono irónico habitual en sus obras anteriores y en su profusa actividad en blogs y tuits.

Además de los tres premios para lectores adultos, que publicará Proa, en la Nit de Santa Llúcia también se entregan dos galardones para el público infantil y juvenil, respectivamente, que llegarán a las librerías de la mano de La Galera. El Josep Maria Folch i Torres ha sido este año para el escritor y profesor de lengua Josep Lluís Badal por Les aventures d'en Jan Plata (una referencia clara al personaje de John Silver de La isla del tesoro), la historia de un niño que vive junto al mar sin saber quién es su padre y que acaba derivando en una aventura de piratas.

La ganadora del Joaquim Ruyra de literatura juvenil fue Maria Carme Roca, que aunque se ha dado a conocer por un par de novelas históricas (Barcino y Escollida pels Déus) ha publicado decenas de títulos de narrativa infantil y juvenil. En este caso, en Katalepsia, Roca plantea una novela de terror psicológico con un planteamiento peliagudo. El protagonista es un joven que padece catalepsia y controla el desencadenamiento de los síntomas consumiendo cocaína, lo que utiliza «como un juego». Hasta que deja de serlo.