ENTREVISTA

Álvaro Urquijo: "Me sentía rabiosamente indignado"

Los Secretos despliegan sus clásicos y las versiones de 'Algo prestado' en un formato orquestal en el Auditori, dentro del Festival Mil.lenni

Los Secretos

Los Secretos / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Tras convertir, en su último disco, 'Algo prestado', una serie de canciones de autores como Nick Lowe, Gram Parsons y Peter Gabriel en reconocible material 'secreto', el grupo madrileño se planta este martes en el Auditori (Banc Sabadell Festival Mil·lenni) con la compañía de la Jove Orquestra Intercomarcal (JOIC). Habla su cantante y guitarrista, Álvaro Urquijo.

¿En qué cree que puede beneficiar una orquesta a sus canciones?

Hay que verlo. Se convierten en algo distinto, ganando en dinámica, abriendo un umbral tremendo de armónicos. La orquesta nos mete en una disciplina específica, utilizando recursos humanos para adornarlas, no teclados que imitan instrumentos. 

La semana pasada nos dejó Glenn Frey. Puede sorprender que en 'Algo prestado' no haya ninguna pieza de los Eagles.

Es porque no podíamos tocarla mejor. Yo me reconozco un producto de la pasión por los Eagles desde los 14 años. Su primer disco lo reunía todo: el folk y el country, Dylan, The Flying Burrito Brothers… A ellos les juntó Linda Ronstadt, de quien también éramos fans. Eran unos perfeccionistas.

Con esas influencias, Los Secretos estaban en una posición extemporánea en el Madrid de los primeros 80, de nueva ola y movida.

No pertenecíamos a ninguna familia. Teníamos un 'lap steel' y un banjo, tocábamos versiones de The Byrds en castellano, tratando de sonar afinaditos, cuidando las voces, dentro de nuestras posibilidades. ¡Aún no existían los afinadores eléctricos!

En 'Algo prestado' abundan las canciones con autoría individual: Graham Parker, Ron Sexsmith, Jackson Browne… ¿Sienten una atracción mayor hacia los cantautores que hacia las bandas?

Pues yo creo que es casualidad, aunque ahora que me lo dice, es verdad. Pero la selección de canciones refleja los escollos que debimos superar para adaptarlas al castellano. Al principio, de seis canciones nos negaron el permiso de cuatro.

El permiso editorial es necesario cuando se cambia o traduce la letra...

Y los Beatles y los Stones no dan licencias. Crosby, Stills & Nash y Neil Young tampoco. Estuvimos escribiendo 'mails' en nuestro cutre inglés. Los editores examinaban las similitudes de las letras. 'Hickory wind', de The Byrds, se refiere a un viento como la tramontana, es una canción nostálgica y la titulé 'Cuando todo iba bien'. Pues dijeron que las palabras no coincidían. ¡Hombre, claro que no! Algunos fueron aceptando, pero nos costó un año más. Iba a ser un disco fácil…

Más fácil que el disco con canciones propias que decidieron aplazar. ¿Qué ocurrió?

Seamos honestos, nadie es un genio toda su vida. Yo estaba muy mosqueado por la crisis, el IVA, las descargas, los 'talent shows'…, y no me gustaban las canciones que estaba componiendo, porque estaba enfadado, me sentía rabiosamente indignado. Esas canciones reflejaban desilusión. Las tengo ahí y no creo que las publique nunca. Nos decidimos por un disco entero de versiones, sin pensar que nos daría tantos problemas.

La portada es un homenaje a 'Born to run', de Springsteen, pero el disco no incluye ninguna canción suya.

Es que sus canciones son tan conocidas… Es muy fácil meterte a la gente en el bolsillo así. Pensé en adaptar 'The river' porque le gustaba a mi hermano Enrique, la tocábamos en los ensayos, pero era difícil traducirla y que sonara bonita.

¿Cree que ha superado aquella mala racha?

Sí, espero que en unos meses pueda estar ya hablando de canciones nuevas. Es imposible que Los Secretos hagan ahora un disco de 'hits', pero que tenga una buena factura, eso todo el mundo sabe que va a ser así.