ESTRENO EN TEMPORADA ALTA

Lluís Homar estrena 'Cyrano' en clave contemporánea

El actor protagoniza una moderna versión dirigida por Pau Miró, con Aina Sánchez, Albert Prat, Joan Anguera y Àlex Batllori

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Marta Cervera

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Lluís Homar estrena 'Cyrano' este viernes en Temporada Alta, en una versión contemporánea y actual. Hacía tiempo que el veterano actor acariciaba la idea de meterse en la piel de Cyrano de Bergerac, ese famoso personaje narigudo de Edmond Rostand, tan acertado con su espada como en la rima de sus versos. Pau Miró ('Un tret al cap', 'Victòria', Els Jugadors'), quien ya le dirigió en la aclamada versión unipersonal de 'Terra Baixa', vuelve a trabajar con él. En esta ocasión se acompaña además de un reparto más amplio con Joan Anguera, Aina Sánchez, Albert Prat y Àlex Batllori, que debuta en el teatro. El montaje, una de las novedades más esperadas del festival Temporada Alta, se estrena este viernes en el Teatre Municipal de Girona y a partir del día 15 se instalará en el Teatre Borràs de Barcelona.

Teatro popular de calidad

Hacer teatro popular desde la excelencia es el objetivo de Homar, recientemente premiado con el Premi Butaca por 'Ricard III'. Ya lo demostró en'Terra Baixa', de Guimerà, y vuelve a intetarlo ahora con este clásico que ha sido llevado al cine en diversas ocasiones, entre ellas una protagonizada por Gérard Depardieu  en 1990. "La excelencia no está reñida con lo popular", ha afirmado el actor en la presentación del montaje. Homar descubrió el teatro integrando desde muy joven un grupo amateur de Horta y está entusiasmado con esta relectura contemporánea de la pieza que ambienta la acción en un espacio donde se practica la esgrima. Solo unos mínimos detalles en el atuendo permitirán diferenciar a los nueve personajes a los que se ha reducido el reparto. A Cyrano le basta su enorme nariz, a otros, algún detalle simbólico más allá de la indumentaria profesional de esgrima, su uniforme en escena. En la despejada escenografía de Lluc Castells destacan una pasarela para los duelos con espada y unas gradas.

El mismo equipo con el que trabajó en 'Terra Baixa' arropa a Homar en esta nueva aventura. Sílvia Pérez Cruz contribuye a crear una atmósfera idónea entre los cinco actos con creaciones propias inspiradas en el texto de Rostand. "Su música, llena de exuberancia y sensualidad, es oxígeno entre tanto verso alejandrino y estocadas", señala Miró. Aunque acudió a la rueda de prensa con fiebre se fue animando a la hora de explicar su nueva aventura, esta vez en verso, que cuenta con una nueva traducción de Albert Arribas y con Oscar Valescchi como ayudante de dirección.  Xavier Albertí, el director del TNC, se ha encargado de las luces junto a David Bofarull. Todo un lujo.  

Reescribir los versos alejandrinos no ha sido tarea fácil. "Había que mantener el brillo de los alejandrinos sin que la forma los aprisionara ni perjudicara el penetrar en el pozo de emociones de los personajes", ha destacado Arribas. Ha habido un trabajo en el acento y la musicalidad de las palabras pero respetando cierta libertad. 

La nueva versión ha tenido en cuenta tanto el texto original en francés, como una versión italiana y la última traducción catalana, la de Bru de Sala que se estrenó con éxito en el 2012, con Pere Arquillué como protagonista en la Biblioteca de Catalunya, en una producción dirigida por Oriol Broggi. Anteriormente, a mediados de los 80, Josep Maria Flotats interpretó la obra en el Poliorama.    

En las últimas temporadas, Homar ha estado recuperando el tiempo que escatimó al teatro para dedicarse al cine. Tras triunfar con su versión unipersonal de 'Terra baixa', en el TNC, ha protagonizado 'El professor Bernhardi', de Arthur Schnitzler, y un impresionante 'Ricard III', de Shakespeare, con el que ha añadido otro Premi Butaca como Mejor actor a su colección. Pero, como el actor ha reconocido, él sigue identificándose con el teatro popular. Tras su moderna relectura de 'Terra Baixa', una pieza que iba a lo esencial y logró conectar con el público de hoy, ahora intenta hacer lo mismo con 'Cyrano'. "Más allá de la filigrana dialéctica, lo importante es hacer resonar la verdad de esta pieza, mostrar toda la humanidad del personaje." Para él, Cyrano no es una fiesta sino el drama de alguien que no se acepta, un ser contradictorio. "Nuestro montaje gira entorno a la dudalidad de Cyrano, un ser que lucha consigo mismo y compensa su vulnerabilidad con una coraza", añade Miró.