NOVEDAD EDITORIAL

Marilyn Bobes visibiliza los problemas de las mujeres en Cuba

La agencia Balcells ficha a la escritora cubana tras ganar el primer Premio Guantanamera con 12 relatos sobre temas como el maltrato, el abuso o el machismo

La escritora cubana Marilyn Bobes, este jueves en Barcelona.

La escritora cubana Marilyn Bobes, este jueves en Barcelona. / ALBERT BERTRAN

Anna Abella

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuenta la autora cubana Marilyn Bobes, sin un pestañeo, que en su país se conocen pocos casos de violación y que no le constan demasiadas denuncias. Aclara: está penada con la pena de muerte. También explica que en Cuba la sociedad no es tan machista como antes y lamenta que aún no exista ninguna ley contra la violencia de género, que desde el Estado suele minimizarse y que es castigada igual que si el agredido fuera un hombre. Son algunos de los temas y problemas que, como la persecución de la homosexualidad, la maternidad como elección o las relaciones abusivas, “comunes a las cubanas pero con carácter universal”, afectan a las mujeres protagonistas de los 12 relatos de ‘Alguien tiene que llorar otra vez’, obra que ha presentado en Barcelona como vencedora del primer Premio Guantanamera y que le ha valido ser representada por la Agencia Literaria Carmen Balcells.

Novela en marcha

Bobes, muy reconocida en su país y premiada en Latinoamérica, llega bajo el paraguas de Lluís Miquel Palomares, director editorial de la agencia e hijo de la desaparecida Carmen Balcells, quien hace años tenía en mente bucear en el talento literario de la isla caribeña y que está especialmente interesado en la futura novela en la que Bobes está ya trabajando. Fue en la feria del libro de Fráncfort donde Palomares conoció la editorial sevillana Guantanamera, que según su director, Daniel Pinilla, cuenta “con el mayor catálogo de autores cubanos contemporáneos” e intenta hacerles visibles más allá de Cuba, un mercado, añade, “muy aislado” pero con una importante “efervescencia cultural”. El premio, opina la autora, puede ser una forma de superar el “bloqueo cultural” sufrido. 

"En Cuba no se conoce el 'caso Weinstein' ni el movimiento #MeToo", asegura tras constatar el aislamiento de la isla, con un precario acceso a internet 

Hace solo dos años y medio que internet llegó a Cuba. Bobes no está en las redes sociales y admite que vive bastante desconectada ya que su acceso a la red es muy lento, como ocurre en todo el país, donde hay puntos wifi en algunas calles, alrededor de los que se reúne la gente para conectarse. De hecho, ella se ha enterado en Barcelona de la corriente #MeToo y de las denuncias de abusos que desencadenó el ‘caso Weinstein’. “En Cuba no se conoce”, asegura. 

Premio Nacional de Periodismo, Bobes ejerce además el oficio como ‘freelance’ en temas culturales y escribe poesía. No se considera “una feminista exagerada” pero sí le interesa “hablar de las situaciones en que las mujeres son discriminadas”. “No doy soluciones, solo intento que las mujeres reflexionen, sean conscientes de sus problemas y traten de salir del laberinto en que están. En Cuba no llegó el movimiento feminista de los 60 y la conciencia de género no está muy desarrollada, aunque eso está cambiando”. Uno de los relatos, ‘Taxi driver o dos mujeres’, revela que surgió cuando en el 2007 vino a Barcelona con motivo del Liber, feria que del próximo 3 al 5 de octubre vuelve a la ciudadLiber3 al 5 de octubre, precisamente con Cuba como país invitado. “Subí a un taxi y la conductora y yo empezamos a hablar sobre mujeres. Hubo tal conexión que acabó llorando tras explicarme que su marido la maltrataba. No quiso cobrarme la carrera”. 

Cambios con Trump

Lamenta Bobes que “con Trump se han perdido las relaciones con Estados Unidos, después de que con Obama se abriera una época de mucha esperanza”. En los últimos años, añade, “la situación ha mejorado, aunque los precios siguen algo altos; muchos repatriados han podido volver y ya no hay problemas para entrar y salir de la isla”. 

‘Alguien tiene que llorar otra vez’, cuyo título deriva que un libro anterior con el que en 1995 ganó el Premio Casa de las Américas, incluye en esta edición actualizada un inédito y un relato galardonado con el Premio Cortázar 2016.