Lax'n'Busto, más allá del rock'n'roll

La frase "somos una banda de rock’n’roll" expresa desde siempre la esencia de Lax’n’Busto. "Es nuestro ADN", confiesa su bajista, Jesús Rovira. Pero con el disco 'Simfònic', hace cinco años, el grupo de El Vendrell descubrió que "hay vida" más allá de sus confines. "En realidad ya lo sabíamos, pero esa experiencia nos permitió vivirlo a fondo trabajando nuevas sonoridades", explica el músico en vísperas del concierto orquestal que Lax’n’Busto ofrecerá en el Palau este martes (21.00 horas), dentro del Banc Sabadell Festival Mil·lenni.

Una actuación en la que la banda recupera un formato que tenía dormido y en el que juega un papel destacado Joan Albert Amargós, autor de buena parte de esos arreglos que llevan al grupo a inéditos territorios melódicos. "Él fue la clave del proyecto", subraya Rovira. Como entonces, Amargós les acompañará en el escenario, dirigiendo una orquesta de cámara de una veintena de músicos, cuerdas y metales, formato que les abre un horizonte de registros e inflexiones. "Una orquesta puede ser poderosa y delicada a la vez, y pasar del cero al cien en un compás", destaca el bajista en alusión a unos contrastes bruscos que, apunta, "los Pixies tomaron de la música clásica".

Lax'n'Busto con melodrama

En su bagaje se sitúan "tanto los Beatles y Bowie como Bach y Beethoven", si bien confiesa que el miembro de Lax’n’Busto con mayor formación académica es Cristian G. Montenegro, que "estudió la carrera de guitarra clásica". Si en el 2011 presentaron 'Simfònic' en el Liceu, esta vez lo harán en el Palau, sala en la que actúan por primera vez y que Rovira considera "el templo de la música en Barcelona", asociado a muchos conciertos a los que ha asistido como espectador, "de Michael Nyman a Lou Reed, pasando por Chick Corea o Paco de Lucía". El repertorio incorporará esta vez una pieza, 'No has marxat', de su último disco, 'Tot és senzill' (2013).

30º ANIVERSARIO

Lax’n’Busto cumplirá 30 años en el 2016, pero no ofrecerá un ‘tour’ específicamente conmemorativo porque, apunta Rovira, los cumpleaños les dan vértigo y porque su cantante, Salva Racero, entró en la formación hace una década. "Celebrar con él un 30º aniversario sería un poco incoherente", reflexiona. Pero seguirán de gira hasta octubre y luego harán una "parada indefinida para tomar distancia" y preparar un nuevo disco. Su vocalista original, Pemi Fortuny, se unió a varios miembros de Lax’n’Busto (entre los que no figuró Rovira) en la Banda Impossible, en el último Canet Rock, una situación "única" que no tendrá continuidad. "No hay intención ni por su parte ni por la nuestra".

Rovira tiene una vida paralela como responsable del estudio La Casa Murada, en el Penedès, trabajando "como ingeniero de sonido o enchufando cables" para artistas como Adrià Puntí, Els Pets, Love of Lesbian, Quique González… Una posición que le refuerza como observador de la escena, ahora revuelta con esos grupos que dominan las fiestas mayores a golpe de rumba y verbena mestiza. Rovira se lo toma con calma y no escatima elogios. "Son músicos que tocan muy bien, el más tonto ha ido al Esmuc, y han nacido en una época en la que saben que tienen que espabilarse para poder ganarse la vida con la música", señala. En otros tiempos, fue ese público adolescente el que encumbró a los ‘Laxen’. "¡Y a los Beatles, mientras los adultos se reían de ellos!", exclama, y añade una conclusión. "La gente joven siempre ha sabido captar en la música algo que los demás no captan".